Unanimidad en el Pleno de la Diputación. Todo han sido parabienes y autofelicitaciones por parte de los portavoces de los grupos políticos por la labor de consenso y diálogo que ha hecho posible aprobar por unanimidad el plan provincial de cooperación municipal para este año en curso, con una inversión global de 24,2 millones de euros, lo que supone un incremento cercano al 38% en la aportación de la Diputación.

Raro es ver en los tiempos políticos tan convulsos que corren que el portavoz del PSOE felicite al presidente de la Diputación, del PP, por su capacidad de consenso y "sentido común". En la misma línea manifestaron su satisfacción y felicitaciones mutuas los portavoces de UPL, IU, Común Bierzo y Ciudadanos.

Más que Miércoles Santo parecía el Domingo de Ramos, con tantos osanas, aleluyas, vítores, felicitaciones y risas. Sólo un nubarrón hace presagiar la tormenta política que se avecina a medo plazo, como en Jerusalem antes del Viernes Santo. El PSOE aprovechó para dejar caer la cuña de la escasa inversión para León que prevén los Presupuestos Generales del Estado, que el portavoz socialista calificó de "clamoroso abandono de León por parte del Gobierno".

En la misma línea se posicionaron algunos de los portavoces del resto de los grupos políticos. A lo que el presidente de la Diputación, Martìnez Majo, y próximamente candidato a la Presidencia del Partido Popular en la provincia leonesa, no dudó en calificar el borrador de Presupuestos Generales del Estado de "mejorables".

Sobre el plan de obras que esta mañana se aprobada con el consenso de todos, el portavoz popular, Francisco Castañón, dijo que "no es el momento de meter el dedo en el ojo ajeno", en alusión a las críticas sobre los Presupuestos del Estado y que la unanimidad de esta mañana era fruto "de la voluntad del presidente, que ya en su discurso de investidura de hace dos años prometía mejorar la calidad de vida de los pueblos y estrechar la brecha entre el mundo urbano y el rural".

Al levantarse la sesión, todos fueron buenos deseos ante el largo fin de semana que se avecina, cargado de procesiones, actos religiosos y muchos kilómetros para desplazarse al lugar de descanso.