La defensa del presunto culpable del asesinato de la peregrina estadounidense Denise Prikka Thiem en abril de 2015,ha negado los alegatos del Ministerio Fiscal y la acusación particular y ha asegurado que "Miguel Ángel Muñoz Blas "no llevó directamente a la policía hasta el cadáver".

Para el letrado defensor, Muñoz Blas no sabía donde estaba el cadáver de Denise, sino que recordó que tiempo atrás había olido a descomposición en una zona cercana, y sin saber el por qué de dicho olor, guió a la policía durante cuatro horas, localizándose finalmente allí el cuerpo enterrado de Denise Prikka.

Un recorrido que se produce para el letrado "en un momento determinado, ante la presión de la detención inesperada, los nervios y el agobio" cuando "la policía le obliga con el invento de las declaraciones espontáneas", aunque tras el hallazgo en una primera declaración se declara inocente.

Días después, ante su defensa y la policía, se realiza una reconstrucción de los hechos que "Miguel Ángel se inventa" debido a una situación mental que le hace "necesitar salir de la situación en la que se encontraba".