Gaspar Llamazares ha presentado en León la formación regional de Izquierda Abierta, un partido que pretende hacer frente a la situación de "ponzoña y veneno político" y ser "la única alternativa de izquierda no excluyente que cambie la política económica y social".

En un momento de "extrema debilidad política", Izquierda Abierta se pretende jugar un papel de bisagra para lograr la unidad frente al Partido Popular, frenar la degradación política y dar un paso para una alternativa necesaria y urgente.

Por ello, mediante un "ánimo de una fuerza política dialogante, que suma, que no resta, Llamazares ha asegurado unirse a los ciudadanos para hacer frente a sus principales problemas que son el desempleo y la corrupción política.

Especialmente lo hará en una provincia como León que sufre "la amenaza del despoblamiento" y a la que el Gobierno le ha negado "la reindustrialización y la recuperación económica que se le debe en función de la reconversión industrial y de la minería".

Frente a un Partido Popular que no quiere responsabilizarse con el presente y futuro de León, en sectores como el agrario, minero, turístico, y problemas de despoblamiento y económicos, Llamazares ha apostado por aplicar una estrategia abierta "que es fundamental".