El aspirante a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez, ha logrado llenar la Cúpula del Milenio de Valladolid con unas 2.000 personas que han respaldado a quien fuera candidato socialista en las dos últimas elecciones generales. Sánchez ha reafirmado su postura de rechazo a las políticas del PP y ha afirmado que “el no es no es revolucionario, es una nueva forma de hacer política”.

“Detrás del no es no hay un gran sí, a un nuevo estatuto de los trabajadores, a una nueva ley educativa, a un pacto de Estado contra la violencia de género, por eso hay tanta gente en el PP a la que le preocupa que gane este proyecto en el PSOE”, ha defendido Sánchez, interrumpido por los asistentes al grito de “no es no”.

Apoyado por dirigentes como el secretario autonómico, Luis Tudanca, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, o la eurodiputada Iratxe García, Sánchez ha tenido palabras de agradecimiento para todos ellos pero, especialmente, para “todos los militantes, para todas las plataformas que en los últimos meses no habéis perdido la ilusión”. También han respaldado a Sánchez dirigentes históricos del PSOE como Demetrio Madrid o Tomás Rodríguez Bolaños, “grandes ejemplos para todos los socialistas”, ha afirmado Sánchez.

“Necesitamos un PSOE ganador y para ello hay que estar unidos, hay que tomar decisiones desde abajo, con la militancia, dando un paso adelante ante la situación que atraviesa el país; y para ello solo hay dos caminos, el que se ha hecho en Valladolid y en otros lugares, liderando proyectos de cambio, con la unión de la izquierda, y otro es el de la gestora, dejando al partido en tierra de nadie”, ha afirmado Sánchez.

Siguiendo en clave de discurso interno, el candidato a las primarias para dirigir el PSOE ha garantizado lealtad si pierde, pero también ha exigido “esa misma lealtad para todos los miembros del Partido Socialista si soy elegido, porque no apoyar al secretario general es debilitar a la organización”.

Sánchez ha apostado por “un PSOE sin injerencias, autónomo, que vuelva a ser la fuerza del cambio y eso se logra gobernando”. De cara al futuro se ha mostrado optimista “porque el partido está en manos de la militancia, el PSOE tiene que volver a ser el partido de la gente joven, tiene que dar respuesta a sus problemas”.

Libertad, igualdad y fraternidad

Pedro Sánchez ha afirmado que el PSOE tiene “principios que nos unen al pasado, a los valores de la Revolución Francesa, libertad, igualdad y fraternidad”, y ha reivindicado la solidaridad “que deberían tener todos los gobiernos con los refugiados, al igual que contra Trump y su muro”. Sánchez también ha aprovechado para asegurar que si gana propondrá “una alianza de todas las fuerzas europeas socialistas para frenar a la ultraderecha”.

“Si alguien se pregunta por qué somos socialistas la respuesta no es el qué sino el por quién, por los pensionistas que no tienen una pensión digna, por los parados que no encuentran empleo, por los que sufren la reforma laboral, por las familias amenazadas por los desahucios”, ha defendido.

Sánchez también ha tenido palabras para algunos de los problemas laborales que afectan a Castilla y León y ha mostrado su apoyo a los trabajadores de Nissan y a los de las cuencas mineras. También ha garantizado un pulso firme ante la corrupción en su partido, “no habrá duda en expulsar a cualquier persona que esté implicada en casos de corrupción como ya hicimos con los de las tarjetas black”.