"Todos tenemos personas que tienen debilidad en este sentido y hay que acompañarlas pero, sobre todo, tutelar a los menores". Así se ha manifestado esta mañana el Obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, en relación con los casos de presuntos abusos de menores en el Seminario Menor de La Bañeza y el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria.

El Obispo ha querido pedir perdón en nombre de la comunidad diocesana "por el daño causado" y expresar su apoyo y cercanía a "cuantos son víctimas de abusos de menores", así como anunciar que se abrirá una investigación para dilucidar los presuntos abusos de menores que han tenido lugar tanto en La Bañeza como en Puebla, "causas muy dolorosas para la diócesis y para las personas que presuntamente han sido víctimas".

Juan Antonio Menéndez ha insistido en que "la iglesia diocesana de Astorga lamenta profundmente estos hechos intolerables e inaceptables" y ha expuesto ante los medios de comunicación su voluntad "firme" de resolver "de una vez por todas" este "grave problema".

Además, con la intención de que "nunca más se repita", Menéndez ha indicado que será necesario poner en marcha nuevos protocolos de actuación y prevención con menores que estén dirigidos a todos los agentes de la pastoral y cuenten con la colaboración de las autoridades civiles, "aplicando la normativa canónica para tratar estos delitos, considerados unos de los más graves de la normativa penal".

En relación al procedimiento contra el reverendo José Manuel Ramos Gordón por un caso de abusos sexuales a menores en el que se le ha calificado como culpable de un delito de tocamiento a menores, el Obispo ha considerado "justa y proporcionada" la decisión de privarle "al menos durante un año" del ejercicio así como su retiro en una casa sacerdotal y la realización de ejercicios espirituales y obras de caridad, lo que se suma a su jubilación.