El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha rechazado el 99% de los obsequios que ha recibido desde que accedió al poder, según informa hoy RNE, rompiendo así con la "tradición" de enviar todo tipo de regalos al gabinete de Alcaldía. La política del actual equipo de gobierno es clara: "se devuelve todo lo que llega", apunta el regidor, de IU.

Y aunque a veces ni tan siquiera se abre el envoltorio por el envoltorio parece claro que los regalos más habituales son los productos gastronómicos, como el vino y el queso los más habituales.

Guarido agradece los detalles, pero recuerda que las instituciones no deben recibir nada. "Tanto empresas como entidades y cualquier tipo de organización tienen que acostumbrarse, y de hecho se están acostumbrado con el paso del tiempo, muy bien, a no mandar nada ni a las alcaldías ni a las instituciones", declara. "La política de regalos era de otras épocas, y este equipo de gobierno lo ha cortado de manera radical. Aquí cada vez llegan menos cosas, porque saben cómo somos, ya el año pasado se rechazaron muchas, y este año, las pocas que han llegado, con mucha discreción y mucho respeto se devuelven también".

Tan sólo hay un par de excepciones: únicamente se recogen los libros con datos estadísticos por si hubiera de ser consultado en algún servicio municipal y los bolígrafos, muy demandados en todos los centros de trabajo.

"Es complicado poner el límite en el valor económico a la hora de aceptar un regalo. Si vemos que es un regalo ni siquiera se abre, el propio mensajero se lo lleva. Puede ser una cuestión desagradable devolver las cosas, pero no tiene por qué llegar nada a las alcaldías, más allá de una felicitación navideña", concluye el primer edil, para quien esta costumbre ha de ser erradicada pero "sin alharacas, sin estridencias, sino con prudencia y discreción".