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Carlos García Carbayo, el educado capitán que asciende a general

23 diciembre, 2018 08:31

Semana grande para Carlos García Carbayo, refrendado oficialmente nuevo alcalde de Salamanca en sustitución de Alfonso Fernández Mañueco y elegido como candidato del Partido Popular a la Alcaldía en las elecciones municipales de mayo de 2019. Dos regalos de Navidad anticipados. Pero, acostumbrados a figuras políticas tan mediáticas como Julián Lanzarote y Mañueco, muchos salmantinos se preguntan, ¿quién es el nuevo primer edil charro?

Carlos García Carbayo es salmantino. Nació el 1 de noviembre de 1962, Día de Todos los Santos. Se licenció en Derecho por la Universidad de Salamanca en 1984, logró plaza de funcionario de la Junta de Castilla y León desde 1996 y fue profesor de Formación y Orientación Laboral, impartiendo clases en los institutos La Vaguada (Zamora) y Ángel del Alcázar (Segovia).

Dicen que era un maestro estricto pero con quien se podía dialogar. De hecho, de aquellos años le queda un deje docente cuando debe resolver alguna duda. También cuando se propone rebatir las acusaciones de la oposición política. Así, tiene fama de persona educada, correcta, que sabe escuchar y tiene un trato cercano. Cualidades que se prodigan poco en la política cuando una persona alcanza las grandes esferas.

A la gestión pública el nuevo alcalde de Salamanca dio el salto en el año 2001, al amparo de quien ha sido su gran valedor desde entonces, el también charro Alfonso Fernández Mañueco. Carbayo fue nombrado Jefe de Servicio de Estudios y Documentación y siempre estuvo a las órdenes de Mañueco en la Junta de Castilla y León. Uno de sus capitanes, que pasó a lugarteniente cuando en 2011 su valedor fue candidato a la Alcaldía de Salamanca.

Carlos García Carbayo cambió entonces la gestión autonómica por la municipal como concejal de Fomento y Patrimonio, ascendiendo en 2015 a primer teniente de alcalde. Un crecimiento político paulatino, como en el ejército, estructura que siempre ha sido santo y seña del Partido Popular. Durante casi dos décadas ha ido pasando por sargento, capitán y coronel. Ahora le toca ser el general pero con un ejército en minoría, que tendrá hasta mayo un contrincante superior en número, pero no en poder al encontrarse dividido en el reino de taifas que actualmente es la política española.

La oposición reconoce la educación y discreción de Carbayo en el trato diario, pero desconfía de su fachada, considerándole altivo y distante. De hecho, durante sus comparecencias públicas da sensación de soso, algo muy propio del carácter que va en los genes del rigor castellano (para unos, una cualidad; para otros, un defecto). También durante los plenos del Ayuntamiento de Salamanca siempre ofrece una imagen seria, en ocasiones beligerante en exceso (dicen que siempre ha sido la voz de lo que Mañueco pensaba y no se atrevía a decir desde su posición de alcalde). Y es que el nuevo regidor charro no rehúye el combate dialéctico y no se muerde la lengua, le gusta hablar, como demostró durante su primer discurso tras la investidura.

Una imagen de seriedad que en las distancias cortas nada tiene que ver, donde muestra un gran sentido del humor y siempre está haciendo comentarios graciosos, frecuentando la ironía. Como los buenos soldados, concentrado en la batalla, dispuesto para el enfrentamiento cuando así se lo ordenan, resolutivo cuando debe tomar el mando y afable en lo privado cuando libera las tensiones del combate dialéctico, sobre todo disfrutando de una café con churros en su momento de relax en el Novelty de la Plaza Mayor de Salamanca. ¿Qué le depararán los idus de mayo? Se encuentra en una encrucijada entre las crecidas huestes de la izquierda y las desgajadas cohortes de la derecha.

https://www.noticiascyl.com/salamanca/local-salamanca/2018/12/21/las-lineas-maestras-del-nuevo-alcalde-carlos-garcia-carbayo/