Esta semana se ha decidido que un partido de fútbol entre Boca Juniors y River Plate, ambos equipos de la misma ciudad, Buenos Aires, en Argentina, se juegue a miles de kilómetros y con un océano por medio. Será en el estadio Santiago Bernabeu, en Madrid, para evitar altercados entre ambas aficiones que pueden derivar incluso en fallecimiento de personas.

Esta misma semana concluye en España, en la provincia de Salamanca, con un derbi entre Guijuelo y Unionistas en el Municipal de la villa. La rivalidad se ha quedado en el campo, pues ambas aficiones celebraron previamente un acto de hermanamiento por las calles la localidad chacinera. Tapeo conjunto por sus bares, paellada popular y música para animar el soleado mediodía. Hasta El Mariquielo hizo acto de presencia con su gaita y tamboril al ritmo de las charradas, Ay, la Clara, la Clara, la Clara.

Las directivas de Guijuelo y Unionistas también disfrutaron del gran ambiente. Ambos presidentes, Jorge Hernández y Miguel Ángel Sandoval, brindaron por ese hermanamiento, por ese colorido blanquinegro, verdiblanco y rojo (porque la camiseta jamonera es la que más tirón tiene) tiñendo las calles de la villa. Así se debe disfrutar del fútbol. La rivalidad, después y sana, para el césped. Que aprendan en Argentina como disfrutar del deporte rey.