Manuel Vecino Alonso (Valladolid, 1961) ha tenido una trayectoria profesional muy variada: ‹‹arquitecto de la Administración, arquitecto en empresa, docencia y, por supuesto, siempre como arquitecto en el ejercicio libre de la profesión››. Actualmente es presidente del Colegio de Arquitectos de Valladolid desde mayo de 2011.

Antes de comenzar, aclaremos conceptos. ‹‹Si nos ceñimos a lo estrictamente inmobiliario, quizá no deberíamos hablar de arquitectura, sino de construcción. No obstante, hay muchos ejemploS notables donde, además de haber una construcción de carácter residencial, también hay arquitectura. Por lo tanto, es demostrable que podemos y debemos hacer arquitectura allá donde se construya››.

Le pregunto por el importante patrimonio de la ciudad de Valladolid. ‹‹Cuando se habla de patrimonio parece que nos olvidamos de todo lo que se construyera después del siglo XIX. Considero que existe un patrimonio también contemporáneo que no podemos ni debemos olvidar. Nuestra ciudad está plagada de ejemplos arquitectónicos de gran calidad››.

No obstante, en muchas ocasiones pensamos que las nuevas construcciones rompen por completo con la estética. Manuel, como experto, considera que ‹‹la homogeneidad en el diseño puede ser un recurso estético, pero también lo puede ser la heterogeneidad, por lo que no se puede afirmar de forma categórica y absoluta que lo heterogéneo o lo discordante resulte reprobable. Habrá que analizar cada caso y ver si lo nuevo aporta valores o no››.

El sector inmobiliario es un buen termómetro de la situación política, económica y social del país. ‹‹La situación política, si nos referimos a la actuación de los partidos políticos, me parece absolutamente decepcionante y de una gravedad extrema. La situación económica surge, de forma inexorable, como consecuencia de las acciones de los dirigentes políticos y no, como se quiere a veces trasladar, por la acción de la ciudadanía. Los que tienen la responsabilidad de marcar un camino en nuestro sistema de gobierno son los auténticos responsables de esos desgarros económicos en nuestra sociedad. Sea por acción o por omisión. Sea dejando las decisiones en manos de los que manejan las grandes economías, sea por acciones que generen un desequilibrio económico o una economía insana››.

Con estas consideraciones nos despedimos con un deseo: ‹‹que nuestra sociedad evolucione por el camino adecuado para que todos seamos más felices y nos haga partícipes a todos de sus avances. Los arquitectos estaremos aquí para construir una mejor sociedad››.