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La 'caleta' de la droga se cobra varios damnificados

16 noviembre, 2018 14:58

Fiscalía de Valladolid ha mantenido este viernes sus peticiones de pena de ocho años de cárcel para la búlgara Lyubov V.A. y dos para Ivan P.P, de la misma nacionalidad, con motivo de su detención en febrero en el marco de la 'Operación Queen', en la que la Policía Nacional se incautó de diez kilos de speed y cuatro y medio de hachís.

El juicio, celebrado en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial, ha quedado visto para sentencia este viernes, después de que el defensor de Luybov V.A. modificara sus conclusiones y, amén de la inicial petición absolutoria, incluyera, con carácter alternativo, la solicitud de una condena de nueve meses como cómplice de un delito de tráfico de drogas de las que no causan grave daño a la salud, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La acusada ocupó el banquillo por arrendar al matrimonio formado por Lyudmil L.Z. y Tsonka V.Z, quienes se han conformado con penas de seis años y un día y cuatro años y un día, una habitación en la calle Bailarín Vicente Escudero que la policía califica como 'caleta' o espacio en el que la citada pareja, también búlgara, ocultaba la mercancía.

Su defensor, que persiste en su inocencia, incluye en caso de condena la petición de pena mínima al considerar que su patrocinada, en todo caso, era únicamente conocedora de que el matrimonio al que arrendó la habitación guardaba allí hachís, no los diez kilos de speed que también descubrió la policía.

Por su parte, la defensora del también acusado, Ivan P.P, frente a la petición de dos años del fiscal, ha mantenido su solicitud de absolución alegando que su cliente es un mero consumidor y que la papelina adquirida a los autores confesos era exclusivamente para su propio consumo.

En el juicio, ya visto para sentencia--el tribunal impondrá al matrimonio confeso las condenas ya pactadas y determinará la suerte de sus otros dos compañeros de banquillo--, se han analizado hechos que tienen su origen en una operación policial que arrancó en noviembre de 2017 después de que los investigadores recibieran informaciones acerca de una pareja que presuntamente se estaba dedicando a la venta de estupefacientes en los alrededores de la calle Pólvora.

Los agentes comenzaron a investigar y comprobaron cómo al lugar acudían clientes habituales de los locales nocturnos de la ciudad con numerosos antecedentes.

La investigación fue compleja debido a las numerosas medidas de seguridad adoptadas por el matrimonio que se dedicaba a la venta del menudeo para detectar cualquier presencia policial. Los investigados, según la tesis de la acusación pública, disponían de un piso de "seguridad" en Bailarín Vicente Escudero donde almacenaban y manipulaban el speed. Además, utilizaban enlaces para llevar la droga del citado inmueble al de la calle Pólvora.

La mercancía, tal y como explicaron en su momento fuentes policiales, se distribuía en locales de ocio de la ciudad y la provincia a través de diversos traficantes que se abastecían en el domicilio del matrimonio para proceder, después, a su venta al menudeo.