Esta semana se ha conmemorado el Día Internacional de las Personas Sordociegas. En Salamanca desarrolla su labor desde el año 1982 la Asociación de Padres de Niños Sordos (Aspas), protagonista hoy de nuestra sede dominical. Ubicada en la calle Barco, 20 del barrio de La Vega, la sede está abierta de lunes a viernes de 8:30 a 20:30 horas, también disponible en el correo electrónico saaf@aspas-salamanca.es y los teléfonos 923215509 y 638335052.

Hace más de tres décadas un grupo de padres con hijos con discapacidad auditiva vieron que carecían de una institución a la que poder dirigirse para orientarse y compartir experiencias. Por eso, decidieron constituirse como asociación, siendo su principal objetivo unificar los esfuerzos para la defensa de sus intereses y para la integración de sus hijos en todos los ámbitos de la sociedad. “Comenzaron con un armario en el colegio Virgen de la Vega y poco a poco la asociación fue creciendo”, recuerda María Marcos, coordinadora de atención a las familias. Actualmente son unas sesenta.

Es el caso de Blanca, una niña de trece años a quien después de operarse le costó acostumbrarse a su nueva vida. Ahora, gracias al esfuerzo personal que realiza cada día y la ayuda de Aspas, puede mantener una conversación si la miras a la cara y vocalizas, expresándose correctamente. “Me sentía apartada de la gente y los profesores no sabían nada, pero ahora sí”, recuerda.

Y es que, como explica su logopeda, “no se enteraba de nada y no entendían su situación. Blanca tenía que hacer doble esfuerzo con escasos resultados”. “Tenía mucho estrés, mucho agobio, soy más de disimular, y como lo que nos pasa está dentro, no se ve, pues tenía muchos problemas porque también eran los demás quienes no me entendían. Ahora estoy mejorando, es cuestión de paciencia”, añade esta joven. Gracias a Aspas, aprende a discriminar sonidos, entender palabras y diferenciarlas. Ahora es ella quien también enseña a los profesores para ponerse en su lugar.

La Asociación de Padres de Niños Sordos dispone, en primer lugar, de un servicio de atención y apoyo a las familias, para cubrir la necesidad de información y las demandas que surgen, y para asegurarles una mayor calidad de vida y favorecer su integración personal y social. Así, se ofrece asistencia directa a las familias, seguimiento de los casos, orientación, información, formación y apoyo, un programa de Ayuda Mutua Interfamiliar, una Escuela de Padres y Madres y gestión de demandas individuales.

También Aspas facilita atención temprana, una intervención dirigida a niños con edades comprendidas entre 0 y 3 años, teniendo como objetivo dar respuesta lo más precozmente posible a las necesidades que presentan los niños con discapacidad auditiva, potenciando el desarrollo cognitivo, lingüístico, comunicativo y social.

Por otro lado, está la Red de Intervención Logopédica. Gracias a la financiación de la Junta de Castilla y León, por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, se puso en marcha un programa para la promoción de la autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad auditiva. Se trata de ofrecer a las personas sordas que comunican en lengua oral, a lo largo de todo su desarrollo vital, desde una perspectiva socio-terapéutica y psicosocial, el apoyo necesario para lograr su autonomía, independencia y su inclusión social como ciudadanos de pleno derecho en un entorno normalizado. Esta intervención se basa en la aplicación de metodologías de estimulación del lenguaje oral y de la audición, teniendo como objetivo el acceso al lenguaje dentro de una perspectiva global de comunicación e interacción. Apoyándose también en la Lengua de Signos para favorecer el desarrollo de los niños.

Además, gracias a la Diputación se acude a los pueblos para facilitar sesiones de logopedia a domicilio, y también hay servicios de promoción de la autonomía personal, estimulación cognitiva, proporcionando al alumnado sordo una atención individualizada, teniendo en cuenta las características de cada uno de ellos, terapia ocupacional, actividades lúdicas como una biblioteca, cine, juegos, y servicios de ayuda psicosocial, con intérpretes de lengua de signos en ocio y tiempo libre. Otro servicio ofertado es un banco de audífonos, para que si alguien lo pierde o se le estropea disponga de un aparato al momento. Y gracias a la financiación de Repsol podrán enseñar inglés el próximo curso.

Reivindicaciones

Ésa es la principal demanda de Aspas, que las administraciones públicas faciliten más intérpretes dentro de las aulas y durante más tiempo. Por ejemplo, algunos alumnos sordos sólo disponen de intérprete cinco horas a la semana, apenas la quinta parte de toda la jornada lectiva. “Consideran que otras asignaturas no son importantes, o no es necesario, o que no hay dinero, pero por ejemplo no se entendería que a personas con discapacidad física sólo les dejaran la rampa del colegio cinco horas a la semana”, afirma María Marcos.

Por otro lado, el acceso a la cultura es imposible en Salamanca, pues no hay salas específicas de cine, ni teatros con bucle magnético, “y no es costoso, con ponerlo en tres o cuatro filas bastaría”. También se encuentran problemas en el día a día, como ir al médico, pues no hay intérpretes de lengua de signos ni en centros de salud ni en los hospitales. “En la Comisaría de Ávila, por ejemplo, hay una aplicación especial, llamada SVisual en la que conectas a tiempo real por video llamada con Intérprete de Lengua de Signos”.

Por ejemplo, las personas con deficiencia auditiva se encuentran con la necesidad de contar con adaptaciones del entorno doméstico, ocupacional y ocio en el que se desenvuelven habitualmente. Ese estas adaptaciones, pueden incluirse desde adaptaciones de vivienda: como timbre y avisadores luminosos y de imagen, equipos de FM para entornos concretos, por ejemplo el aula, etcétera. Porque es necesaria una mayor concienciación social hacia las personas sordas. Para paliar esta carencia, Aspas promueve durante todo el año actividades divulgativas. También dispone de cursos de lengua de signos para cualquier persona.

Cómo hablar a una persona con discapacidad auditiva

- Situarse a una distancia prudencial, ni muy lejos ni muy cerca, para que la persona sorda nos vea bien.
- No hablar nunca sin que te pueda mirar, siempre de frente.
- Llamar su atención con una ligera seña antes de hablar.
- La cara debe verse claramente, no estar en un sitio oscuro o poco visible.
- No poner nada en la boca.
- Vocalizar bien pero no gritar ni exagerar.
- No hablar deprisa, pero tampoco muy despacio.
- Ser expresivos, utilizando todos los medios posibles como manos, escritura, dibujos…
- Utilizar frases y vocabulario sencillo.