Unionistas de Salamanca ha vivido esta tarde de domingo un importante varapalo tras caer derrotado en Don Benito con un solitario tanto de Amorín. Aún así, el medio millar de aficionados desplazados hasta la localidad extremeña no ha parado de alentar a los suyos y se han vuelto a Salamanca conscientes de que aún restan dos eliminatorias para disputar el objetivo de la temporada. "Que sí, joder, que vamos a ascender", repetían.

Varios autobuses partían de la capital charra cargados de ilusión, algunos incluso el sábado, un día antes. Durante todo el domingo la afición charra fue llegando a Don Benito entre cánticos y bufandas al viento, dando color blanquinegro a la localidad extremeña. Gran ambiente en la ciudad y hermanamiento sano entre ambas aficiones.

Una vez en su grada, la afición de Unionistas no dejó de animar y sufrir, de cantar e ilusionarse pero también llevarse un duro varapalo cuando el árbitro pitó el final del partido. La afición del Don Benito saltaba al campo para abrazar a sus jugadores mientras los blanquinegros quedaban paralizados, llorando, sabiendo que una oportunidad de oro se les había escapado. Las lágrimas también se dejaron ver en la grada blanquinegra, pero fueron un instante. Al momento la afición levantó al equipo en volandas.

Los cánticos de ánimo no pararon durante quince minutos al terminar el partido y a ellos se unieron cientos de aficionados rojiblancos que se acercaron hasta los charros para desearles que logren el ansiado ascenso. Bonito detalle de la afición del Club Deportivo Don Benito. El regreso es amargo, pero la esperanza es lo último que se pierde. Quizás el destino ha querido que se pierda hoy para que así el ascenso se logre en las pistas del Helmántico y la fiesta sea mayor.