S alvaro mel

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Región

Álvaro Mel, el ‘it boy’ del momento

24 marzo, 2018 21:13

Las nuevas tecnologías han permitido acortar distancias y viralizar la información. Un vídeo grabado en lo más profundo de la selva, si es atractivo y se difunde adecuadamente, puede llegar a ser visionado por millones y millones de personas en cuestión de horas, incluso minutos. Es el poder de las redes sociales, que han hecho aparecer nuevas profesiones: ‘youtubers’ e ‘infuencers’. Personas con una amplia cohorte de seguidores en su canal de vídeos o en su perfil de imágenes. En Salamanca también los hay y NOTICIASCYL tiene en marcha una serie para mostrarles cuál es su virtud y qué es lo que difunden.

Este sábado es el turno para Álvaro Mel, quien dio el salto al mundo virtual mientras estudiaba Arquitectura. “Al aburrirme tanto y no tener nada que hacer por la tarde aparte de revisar mis ejercicios ya hechos una y otra vez, probé a poner el iPad con el temporizador enfrente de mí, justo en la ventana del escritorio, a esperar diez segundos y a poner mi mejor cara. Así un par de veces al día hasta que vi que subían los seguidores, y que realmente se podía llegar a tener una gran cantidad de ellos, porque no paraban de subir. Es decir, al principio fue sin buscarlo y luego sí que lo busqué, hasta el día de hoy”, explica a este diario.

Y a día de hoy se ha convertido en su trabajo, con más de 1,1 millones de seguidores en Instagram y YouTube, que compagina con una marca de ropa (YesOuhYeah Apparel), ser actor y otros proyectos personales. Así, Álvaro está abierto a cualquier reto. “No tengo un futuro claro, ni una idea ultradefinida de qué quiero ser el día de mañana exactamente. Lo que sí sé es que las redes sociales son un periodo efímero, que acabará, y que por lo tanto hay que sacar lo mejor de ellas. Yo creo que lo mejor que he sabido sacar yo es el saber usarlas como puente para llegar a hacer otras cosas, sobre todo, ganar en visibilidad. Ahora mismo estoy muy contento con mi trabajo como actor”.

Su presencia en las redes sociales es fundamental para ello. No se plantea previamente lo que quiere difundir, “simplemente intento crear contenido, que la gente vea que sigo ahí, sobre todo mis seguidores. A veces intento crear revuelo, otras enseñar una chaqueta o un hotel, una canción... simplemente contenido”. Una difusión diaria con un estilo personal, “creo que tener un referente es ponerte limitaciones, además en el mundo del arte no puedes llegar a ser como nadie por la simple razón de que todos hacen algo completamente diferente a los demás. Nunca hay dos obras de arte iguales”.

La planificación del de las fotos no tiene una premeditación exagerada, “basta con elegir un sitio con buena luz y una cámara lo suficientemente buena como para captar lo básico, y eso abarca desde un estudio con diferentes difusores y esquemas de iluminación hasta la cámara interna del móvil en tu casa enfrente de la luz de la ventana”. Las fotos las hacen sus amigos fotógrafos, el propio Álvaro con el móvil “o gente con la que simplemente trabajo, en este caso elegirían ellos las fotos después porque serían para su marca”.

Cada vez son más las marcas que solicitan su presencia. Y cada vez más los comentarios de sus seguidores, que suele comentar cuando le llaman la atención. Los tiene hasta de Indonesia, siendo la procedencia más destacada México, Estados Unidos, Brasil, Chile, Colombia o Filipinas. Precisamente recuerda que cuando fue a Indonesia, concretamente a Bali, se dio cuenta de que era famoso allí porque había un libro que iba sobre él, ‘Sin’ de Faradisme. “Es un bestseller en toda Indonesia y cuando mis seguidores de allí se enteraron de que estaba en un surf camp accesible venían a verme decenas todos los días y me regalaban mil cosas. Me paraban por la playa y todo. Era increíble”, recuerda.

Por eso, ¿qué se siente al ser alguien influyente en redes sociales con más de un millón de seguidores? “Al final eres alguien que crea mucho contenido y que puede hacer pensar a las personas determinadas cosas, por eso el sentimiento es de responsabilidad, ya que también me sigue mucha gente joven a la cual no le puedes mostrar un contenido sin filtros. Pienso yo”, concluye Álvaro Mel.