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Región

Detenidos tras robar 4.000 kilogramos de chatarra

17 marzo, 2018 15:42

La Guardia Civil ha detenido en Burgos a R.E.B. e investigado a J.E.B., ambos de 32 años, como presuntos autores de robar más de 4.000 kilogramos de chatarra y de un delito de amenazas, según informa el Instituto Armado a través de un comunicado remitido a Europa Press.

Los hechos se remontan al pasado noviembre, cuando fue denunciada la sustracción de una importante cantidad de chatarra y material en desuso, en una explotación agrícola ubicada en la Merindad de Río Ubierna.

Los autores visitaron el paraje hasta en dos ocasiones más, siendo en la última ocasión sorprendidos por el titular cuando circulaban en una furgoneta por un camino aledaño a la propiedad, siendo amenazado por uno de los asaltantes. Había contabilizado cerca de 4.000 kilogramos sustraídos.

El Equipo ROCA que se había hecho cargo de la investigación desde el comienzo obtuvo entonces una importante información que ha permitido la identificación de los autores.

Ya en sus inicios, las pesquisas practicadas por los guardias civiles permitieron conocer de una furgoneta de color rojo que venía frecuentando varias chatarrerías y cuya actividad levantó sus sospechas.

Sus ocupantes, que fueron identificados discretamente, habían hecho entrega por esas fechas de unos 500 kilogramos en chatarra y piezas metálicas procedentes de maquinaria agrícola.

De las gestiones practicadas hasta ese momento y fruto del impulso que supuso la información aportada por la víctima tras el último "encuentro" en el camino, se pudo vincular rigurosamente a la furgoneta y sus ocupantes con los hechos denunciados.

R.E.B. fue localizada y detenida en Burgos, en tanto que J.E.B. fue investigado en prisión, lugar donde se encuentra actualmente ingresado por la comisión de otros hechos delictivos. Las diligencias instruidas han sido entregadas en los Juzgados de la capital.

Destino final para fundición 

El seguimiento de este tipo de ilícitos y su esclarecimiento es siempre complicado dadas las singulares características del material sustraído. Los autores se deshacen deshacerse rápidamente de la mercancía para no ser descubiertos, vendiéndola en chatarrerías, obteniendo pingües beneficios.

El destino final es siempre la fundición, acción que además de implicar la destrucción de pruebas imposibilita la recuperación del material, que por otra parte nunca será devuelto a su titular, concluye el comunicado.