Es difícil recordar una movilización social en Valladolid como la que ha tenido lugar este 8 de marzo, Día de la Mujer, con una manifestación en la que han participado decenas de miles de personas que han tomado las calles de la ciudad en defensa del feminismo y de la igualdad real entre hombres y mujeres.

El lema que encabezaba la marcha ‘Si nosotras paramos, el mundo se para’ sintetizaba a la perfección la reivindicación de este 8 de marzo, un antes y un después en la movilización social de Valladolid y de muchos lugares del país. Carteles y cánticos que han exigido un cambio en las políticas de igualdad, un apoyo decidido y con presupuesto suficiente para afrontar el desafío de erradicar la violencia machista y un canto en defensa del papel de la mujer en la sociedad.

En representación de la coordinadora de mujeres, uno de los múltiples colectivos que ha apoyado la manifestación, Marisol Morais ha destacado “la unidad que hay detrás de una protesta como la de hoy, en la que nos hemos unido contra la violencia machista, los techos de cristal, por la igualdad real”.

Morais ha destacado especialmente “la cantidad de mujeres jóvenes que se han sumado, porque no quieren tener un trabajo miserable que no les permita ascender en su empresa; lo distinto hoy respecto a otros años es que hay cientos de miles de mujeres que salimos a la calle, somos más, se une cada vez más gente porque ya estamos hartas de estar pidiendo siempre lo mismo, hasta aquí hemos llegado, ahora ya no pedimos, exigimos con contundencia dotación presupuestaria para la lucha contra la violencia machista, para los plantes de igualdad, para las luchas feministas”.

Uno de los colectivos con más presencia en la convocatoria de la manifestación ha sido la Asamblea Feminista 8M de Valladolid, una de sus integrantes, Rosa, ha incidido en que en esta jornada “las mujeres estamos haciendo historia, si nosotras paramos el mundo para porque sobre nosotras recae una parte muy importante de todo el trabajo de cuidados y del trabajo en empresas y administraciones”.

Rosa ha reivindicado que las mujeres quieren “dejar de estar en un segundo plano, queremos que haya un compromiso real, que nos centremos en cuestiones tan importantes como una Educación igualitaria, que no se den roles de género a los niños y niñas desde el principio”.

La manifestación ha concluido con la lectura de un manifiesto en el que se han recogido las reivindicaciones planteadas en diferentes actos y protestas a lo largo del día. Un 8 de marzo que ha cambiado para siempre la lucha feminista.