Dos de cada tres pensionistas por jubilación o por incapacidad permanente del régimen de autónomos cobran por sus pensiones mensuales menos del salario mínimo interprofesional (SMI), fijado este año en 735,89 euros. Si se tienen en cuenta todas los pensiones por jubilación del RETA, la media de la pensión sigue siendo más baja que el salario mínimo, 716,25 euros al mes o 10.027 euros anuales.

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) considera que no es justo que los incrementos previstos por el Gobierno para los próximos años sean iguales para todos los pensionistas, el 0,25% anual en el mejor de los casos. "Ya que de esta forma cada vez se abre más la diferencia entre las pensiones más altas y las más bajas y se hace cada vez más difícil el acceso a unas pensiones dignas, ya que en el nuevo escenario de la inflación anual actual pierden de forma progresiva el escaso poder adquisitivo que tienen", argumenta.

El 66% de los autónomos cotizan por base mínima (919 euros en 2018). El 27% entre la base mínima y dos veces la misma y sólo el 7% por encima de dos veces la mínima. Estas cotizaciones más elevadas se deben en exclusiva a los cambios en los modelos de cotización establecidos recientemente para los autónomos societarios y los mayores de 48 años.

"También esta reflexión debe trasladarse a otros regímenes. No parece razonable mantener una cotización máxima sobre una base de 3.751 euros mensuales frente a rentas, salarios o remuneraciones muy superiores que multiplican esta cantidad. Por otra parte resultan lesivos sistemas de cotización reducidos o bonificados en los Especiales Agrarios o del Mar, Artistas o Deportistas, en los que algunos grupos, quizá minoritarios, pero cualificados, tienen ingresos muy superiores y sus cotizaciones son simbólicas", añade UPTA.