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Valladolid

Castronuño vibrará de emoción con Los Versos de los Quintos

7 febrero, 2018 17:20

Antes de que doña Cuaresma llegara con sus privaciones, hambres y sacrificios, don Carnal, es decir don Carnaval, permitía durante varios días el descoque, la diversión, la chufla y los excesos en todos los sentidos.

Ahora los tiempos han cambiado pero el Carnaval sigue siendo momento de alegría, de animación y de fiesta. En nuestro pueblo, Castronuño, desde antaño, una de estas fiestas es la de los Versos de los Quintos. En ella, los mozos, ante la perspectiva de la “mili”, se despedían durante unos meses de su pueblo, con una serie de fiestas entre las que destacaba esta de los Quintos.

Hoy seguimos la tradición ¿En qué consiste?: Pues los muchachos y muchachas, ataviados de forma especial, con ceñidos mantones de manila puestos en bandolera, con sombreros adornados con cintas multicolores, jinetes en engalanados caballos, recitan autobiográficos poemas, en clave de humor, de sátira y de ironía. Hablan de la actualidad local, nacional e internacional, de sus amores, de su futuro, provocando la risa y el aplauso.

Cuando todos han terminado, se corren las cintas: un vistoso carrusel en el que todos intentan ensartar las anilladas cintas que penden de un airoso aeroplano, para ofrecérselas después a sus novios o familiares. Es un espectáculo emocionante y colorista, digno de ver. Muchos espectadores acuden de toda la comarca. Luego hay charanga, pasacalles y bailes por las calles y bares del pueblo, terminando con una gran fiesta en el Centro Cívico.

Los padres de los mozos y mozas agasajan por todo lo alto, en sus casas, a familiares y amigos, prolongándose la fiesta hasta altas horas de la noche. Al día siguiente continúa la fiesta por las calles de la localidad.

Nuestra sin par fiesta de los Versos de los Quintos merece ser declarada Fiesta de interés Turístico Nacional, sin ninguna duda; con más mérito que otras que ya lo son. En eso estamos. El visitante se sorprenderá de la alegría y simpatía de sus gentes, de su hospitalidad, de su camaradería. Y se maravillará de la belleza de nuestros paisajes a orillas del padre Duero: somos reserva natural, la única en Valladolid. Quedará prendado y volverá; estamos seguros de que volverá.