Las reivindicaciones de equiparación salarial iniciadas por policías y guardias civiles se están extendiendo al conjunto de trabajadores de la administración pública. Ahora es la Asociación Unificada de Militares Españoles (AEUME) la que reclama este derecho.

"Es un hecho, además confirmado según informaciones del propio Gobierno, que la recuperación económica es real y que la recuperación de los índices económicos anteriores a la crisis así lo confirma. La situación de agravio retributivo de los miembros de las Fuerzas Armadas necesita de una corrección basada en la equiparación con el resto de la función pública, en cantidades y en conceptos retributivos aplicados al desempeño real que se realiza. El militar y su familia no pueden seguir soportando esta injusticia consistente en no tener unas retribuciones ajustadas al trabajo que aquél realiza", explica la asociación.

Por ello, insta a la modificación del Reglamento de Retribuciones para la revisión de la regulación de los grupos retributivos en función de empleos y escalas; la retribución de servicios, guardias y de la disponibilidad permanente, con atención al trabajo en festivos y a la nocturnidad; la regulación de las percepciones por manutención y pluses; y resolver la anomalía retributiva en la reserva a los 63 años, entre otros asuntos más internos.

Explica esta asociación que los miembros de las Fuerzas Armadas reciben sus retribuciones de acuerdo a lo establecido para el resto de los funcionarios de la Administración General del Estado según establece la Ley de la carrera militar. Estas retribuciones se agrupan de forma genérica en el sueldo mensual agregado de los complementos (de empleo/ especifico/ de dedicación especial) y trienios que le correspondan así como dos pagas extraordinarias en los meses de junio y diciembre; y otros emolumentos referidos a situaciones individuales resultantes del ejercicio de su función; tales como indemnizaciones por razón del servicio, indemnizaciones por participación en Operaciones para el Mantenimiento de la Paz, navegaciones, etcétera.

También hay ayudas para la movilidad geográfica, adquisición de vivienda, ayudas por residencia, becas para determinados estudios, ayudas o subvenciones para transporte; y otras retribuciones e indemnizaciones residuales, tales como la ayuda al vestuario, los complementos de incorporación e incentivos por años de servicio para la clase de Tropa y Marinería.

Pero, a juicio de AUME, "la aplicación de estos conceptos retributivos conlleva numerosas deficiencias en la adecuación de los mismos a las diferentes situaciones del militar. Pero lo que más destaca, más allá de ser una irregularidad, es la gran diferencia existente aún con el resto de la función pública en la equiparación absoluta de las retribuciones para las diferentes situaciones de horarios, servicios y guardias".

Por eso, considera que "es hora ya de establecer unas retribuciones que ajustándose a lo recogido para el resto de la Administración General del Estado, hagan justicia con la realidad del militar que, por estar sujeto a una disponibilidad permanente, le obliga a unas situaciones de horarios y jornada de trabajo que van más allá de lo establecido en términos generales para el resto de la función pública, además de hacer mermar derechos como los de conciliación familiar entre otros".

Reclamaciones de la Asociación Unificada de Militares Españoles