Se acerca el Día de los Enamorados y muchos elegirán las flores y los bombones para regalar a sus parejas. Y es que los clásicos nunca mueren y, en este caso, este tipo de obsequios tienen una historia detrás que justifica que sean los más elegidos para San Valentín.

Las flores, y sobre todo las rosas, se han ganado un merecido hueco en esta celebración gracias a su simbolismo. De todos es sabido que uno de los regalos más demandados este día es un ramo de rosas rojas, porque sugieren pasión y amor; pero, quizá, lo que no muchos saben es que, según distintas fuentes históricas, San Valentín es una fiesta que homenajea la labor de un sacerdote que durante la época del emperador Claudio II casaba a escondidas a jóvenes enamorados. Su rebeldía respondía a la prohibición del emperador a que los jóvenes se unieran en matrimonio, ya que los soldados solteros y sin hijos eran más efectivos en la contienda. Cuando fue descubierto, el sacerdote terminó preso y más tarde ejecutado un 14 de febrero. Pero antes, San Valentín obró un milagro y curó de la ceguera a la hija de uno de los guardias de la prisión. Ésta quiso homenajear al sacerdote y plantó un almendro de flores rosas al lado de su sepultura como símbolo de amor, amistad y gratitud. De ahí que las flores sean, en esta fecha y en muchas otras, un regalo obligado para agasajar a la pareja.

Pero éste no es el único motivo por el que se regalan flores el Día de San Valentín. Desde Interflora también recuerdan que la idea de regalar flores se remonta a tiempos inmemorables. Cuenta la leyenda que a Afrodita, diosa del amor, le encantaban las rosas, por lo que si alguien quería conquistarla debía obsequiarle con un ramo de estas flores. De ahí también que siempre se relacionen a las rosas con el amor, la pasión y la devoción hacia una persona. Pero no todas las flores significan lo mismo. Los especialistas aseguran que al igual que hay flores que representan este tipo de sentimientos, también hay otras que expresan amistad, cariño o ánimo como las rosas amarillas, las margaritas y los lilium.

¿Regalar flores a un hombre?

En el Día de San Valentín no son sólo las mujeres quienes reciben regalos. Los hombres también agradecen un detalle, que puede ser en forma de elegantes y modernos ramos de flores. Porque sí, ahora a los hombres también se les regalan flores.

Alguna de las flores con las que se puede sorprender a un hombre:

1. Las gerberas tienen colores muy intensos y llamativos. Además, en conjunción con los verdes, los tonos de estas flores resaltan y atraen. Son perfectas para los hombres, que suelen huir de los tonos pastel.
2. Las orquídeas son otra buena opción. Una planta Índico de colores vivos y alegres es ideal para tener un bonito detalle que, además, será duradero. Estas flores pueden durar entre ocho y doce semanas y florecen unas dos o tres veces al año. Tienen colores vivos, intensos y son perfectas para regalar a un hombre por su carácter exótico y su vistosidad.
3. La calathea no es una flor, pero esta planta puede ser el mejor regalo para un hombre al que le guste las nuevas tendencias en decoración. Esta planta de interior es un regalo exótico de la América tropical y añade al interior del hogar calidez y dinamismo. Posee unas hojas muy llamativas con formas y colores perfectas para un hombre con gusto.

Los ramos de flores suelen ir acompañados, en esta fiesta, por bombones. El chocolate se considera un afrodisíaco y muchos recurren a él porque se relaciona con la libido y el deseo. Y, según su composición, no van muy desencaminados. El chocolate es rico en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, sustancia que se relaciona con el humor y el placer; también contiene feniletilamina, que alivia el ánimo y se relaciona con las anfetaminas que las personas segregan cuando se enamoran; además, en el chocolate se encuentra la teobromina que estimula los músculos del corazón y el sistema nervioso y anandamida, causante del bienestar en general que ayuda a mejorar los niveles de dopamina, neurotransmisor relacionado con las emociones y el placer sexual.