Desde hace años el IES Diego de Praves no tiene ni una plaza libre en los ciclos formativos de Hostelería y Turismo, es más, el exceso de demanda ha hecho que durante muchos cursos hayan tenido que derivar alumnos a otros centros de la Comunidad. “Entre la crisis económica y el boom que ha tenido la cocina, el crecimiento de la demanda ha sido muy importante de unos años a esta parte”, explica a Noticias Castilla y León el director del instituto público, Alfonso Fariñas.

En total unos 450 alumnos entre la formación profesional de Hostelería y Turismo, grado medio y superior, e Industrias Alimentarias, “y este ha sido el primer año que en la formación de cocina no se ha quedado nadie fuera, porque hemos tenido cursos en los que había 50 o 60 solicitudes más que plazas”, puntualiza Fariñas. Dos cursos académicos de formación con el último trimestre de segundo curso de prácticas en empresas, “una formación completa que da a los alumnos todo el conocimiento necesario para empezar su carrera laboral”.

Boom televisivo

La cocina vive en el último lustro “uno de los momentos de más prestigio social, ha cambiado la percepción de las familias ante este tipo de formación, antes la gente era más reacia o no veía la salida profesional tan clara, pero ahora eso ha cambiado”, señala Alfonso Fariñas.

La crisis económica impulsó la formación profesional en busca de una salida laboral y el boom televisivo disparó la demanda de los ciclos relacionados con la cocina. “Se juntó todo y el crecimiento en estos años ha sido muy grande, luego durante el ciclo se va ajustando, hay alumnos que se dan cuenta que no es lo suyo y lo dejan”.

La Hostelería es un sector laboral exigente, “siempre ha sido así; en la formación al final la exigencia es la misma que en otros ciclos formativos, pero sí hay peculiaridades como el horario cuando tienen servicios de comidas o cenas, que es una parte práctica importante”.

Concursos de prestigio

El nivel del alumnado del IES Diego de Praves se ve también en su presencia habitual en concursos y certámenes de promesas de la cocina. Así ocurre en el Premio Promesas que impulsa una de las escuelas más prestigiosas, Le Cordon Bleu Madrid, un certamen que hace tres años ganó Marina de la Fuente y que este año tiene entre sus 50 finalistas a Fernando Benito Tejedor.

“Siempre que hay concursos de este tipo de los comentamos a los alumnos del área que corresponde por si se quieren presentar, es un estímulo más a su formación y un aliciente”, indica Alfonso Fariñas.