Situada a orillas del río Támesis, Londres pasa por ser la capital de Inglaterra y del Reino Unido y una de las ciudades de Europa que hay que visitar sí o sí, al menos, una vez en la vida para disfrutar de su ambiente e historia.

El corazón de esta gran ciudad, la City, conserva sus límites medievales y desde el siglo XIX engloba además a la metrópoli que ha crecido en torno a la City sumando el área urbana más de 8,3 millones de habitantes y el área metropolitana entre 12 y 14 millones.

Todas las urbes, sobre todo las grandes, a lo largo y ancho del mundo tienen su encanto, más aún si son visitadas en Navidad, lo que se incrementa a la enésima potencia en el caso de la ciudad londinense con grandes luces en zonas céntricas e históricas colindantes a Piccadilly Circus o Trafalgar Square.

Una de las principales diferencias de la ciudad con respecto a nuestro país lo tenemos, como todos sabemos, a la hora de conducir. La derecha es la ubicación elegida por los anglosajones mientras que es la izquierda por donde circulamos en países como el nuestro.

Hablando de los coches y los medios de transporte en general, Londres goza en la actualidad de una red de quilates con buses y metro como medios favoritos por economía a la hora de viajar y con tarjetas como la TravelCard para visitar durante tus días de estancia una ciudad con una diversidad de etnias, culturas y religiones en la que se hablan más de 300 lenguas.

El número de turistas en las zonas más importantes como The London Eye, esa noria gigante desde la que puedes ver la amplitud del lugar o el Puente de Westminster, de infausto recuerdo por el atentado del pasado 22 de marzo de 2017 en el que murieron seis personas y resultaron heridas otras 49 hacen ver la importancia de una ciudad que recibe cada año más de 17 millones de visitantes siendo la capital más concurrida superando a otras como París, Bangkok o Nueva York.

En cuanto a su importancia cultural, espacios como The British Museum (Museo Británico) permiten darte un paseo por la cultura ya no solo británica sino griega y egipcia por un monumental edificio. Resulta sumamente complicado conseguir ver todo en un solo día así que reserva más tiempo si quieres empaparte bien de toda la historia y cultura que allí se encuentra.

Otro de los museos que has de visitar sí o sí, si eres amante de la historia con los conflictos bélicos como protagonistas es el Imperial War Museum (Museo Imperial de la Guerra), otro espacio muy audiovisual en el que aprender y entender las dos guerras más importantes que hemos vivido, la Primera y Segunda Guerra Mundial.

En cuanto a la gastronomía, los establecimientos de comida rápida abundan. Las dos grandes marcas de hamburgueserías están cada 20 metros y otros en los que el pollo empanado es el protagonista también se dejan ver a lo largo y ancho de toda la ciudad.

Gastronomía a un lado (ya sabemos el dicho de que ‘Como en España no se come en ningún sitio’), Londres es una ciudad para disfrutar de todo su encanto, de sus monumentos y de una historia que la convierten en uno de los destinos preferidos por los turistas, con mucha razón.