El recién rebautizado Aula Alimentos de Valladolid completaba este jueves su particular pretemporada invernal con otra victoria, la segunda de los tres partidos disputados durante el parón motivado por los compromisos internacionales de las diferentes selecciones nacionales y por el Mundial de Alemania. El conjunto dirigido por Miguel Ángel Peñas, que visitaba el municipio vallisoletano de Portillo por cuarto año consecutivo, volvía a dar una alegría a una afición que, pese al carácter amistoso del choque, llenó las gradas del Polideportivo Municipal.

El duelo, que se disputó en mitad de un ambiente excelente tanto en la pista como en la tribuna, comenzaba a pedir de boca para el conjunto que, en esta ocasión, ejercía de local. El Aula Alimentos de Valladolid se mostraba más cómodo que el cuadro madrileño sobre el parqué y, después de unos primeros cinco minutos de tanteo, las vallisoletanas adquirían las primeras ventajas importantes gracias a varias buenas acciones defensivas y a su acierto en ataque. Una vez más, las locales hacían gala de su velocidad para llegar a cobrarse una renta de hasta cinco goles al paso por el ecuador del primer acto.

La importante renta se mantuvo conforme iba avanzando el encuentro pero un 'arreón' del Helvetia Alcobendas, ante el que nada pudo hacer el Aula propició que las madrileñas se acercasen en el electrónico. A cinco minutos del descanso, el Aula mandaba sólo por dos goles, una circunstancia que catapultó a las visitantes. En un abrir y cerra de ojos, las visitantes empataban el choque a trece goles. Un resultado con el que se llegaría al intermedio.

En la reanudación, la guión inicial fue diametralmente opuesto al final de la primera mitad. El Aula Alimentos de Valladolid, herido en su orgullo por haber perdido la ventaja que tenía en el último tramo del primer acto, no tuvo piedad de su rival y, en apenas diez minutos, volvió a hacerse dueño y señor del partido. El Aula se marchaba de cinco goles, lo que obligaba al técnico visitante a solicitar tiempo muerto.

El receso no surtió el efecto deseado para un Alcobendas que veía como, poco a poco, la grieta en el marcador se acrecentaba. Teresa tomaba los mandos del equipo y la velocidad de su juego empezaba a ser determinante. Gracias a ello y, sobre todo, a una defensa sencillamente sobresaliente, a diez minutos para la conclusión la diferencia se disparaba a los ocho. Una renta importante que fue creciendo exponencialmente hasta el bocinazo final gracias a la actitud de todas las jugadoras sobre la pista, principalmente, desde la faceta defensiva. A la conclusión de los 60 minutos de juego el marcador reflejaba un claro y contundente 33 a 21, fruto del 'sprint' final del Aula y al cansancio del Alcobendas. La sobresaliente segunda parte de las vallisoletanas, marcada en gran medida por el espectacular trabajo defensivo, trajo el resultado deseado para entrenador que se mostró contento a la finalización del encuentro.

En el apartado anotador destacar los seis goles de la zamorana María Prieto O'Mullony y de la palentina Elena Cuadrado pero, sobre todo, los cinco tantos anotados por María González Niño que, con su zurda, se convirtió en una pesadilla para la defensa madrileña.

“Era el partido que queríamos jugar. Un encuentro ante un rival del nivel que van a tener nuestros tres próximos rivales ligueros y en líneas generales me ha gustado mucho nuestro equipo. Hemos hecho un primer tiempo bueno en el que hemos empezado bien ganando de hasta cinco goles pero nos han igualado al descanso. En el vestuario hemos cambiado algunas cosas y hemos regresado a nuestro mejor balonmano. Un juego que consiste en correr, defender bien y hacer lo que sabemos. No hemos especulado en ningún momento y hemos jugado un gran segundo tiempo que es lo queremos”, decía el técnico del Aula a la conclusión del partido.