Reparto de puntos entre la Cultural y Deportiva Leonesa y el Salamanca CF UDS este domingo en el Reino de León (1-1). El conjunto charro se adelantó merced a un tanto de penalti de David Torres antes del descanso y el cuadro leonés empató en el último minuto del alargue gracias a un soberano cabezazo del capitán Iván González. Segundo milagroso empate consecutivo de los de Aira y segunda igualada consecutiva que sabe a poco a los de Calderón.

El cuadro leonés intentó mandar desde el primer momento. Su condición de local y la premura de las puntos urgieron a los de Aira a irse a por el partido de inicio. Apareció Sergio Marcos con la manija de la media y Señé, como enganche, trató de alimentar a Aridane. El Salamanca UDS no se descompuso y contuvo los arranques culturalistas. Al filo del 10', Liberto cayó ante Calero dentro del área, pero el árbitro no apreció infracción. Poco después, el punta canario amortiguó el cuero para el entrada de Vicente Romero y su remate se fue muy alto.

El Salamanca UDS fue creciendo en el partido y logró guardar la pelota durante posesiones cada vez más largas. Amaro y Sergio Molina supieron combinar con Asdrúbal y con un David Torres que tiene hechuras de 'nueve' puro. Cae a las bandas, juega de espaldas y sabe dársela a uno con su misma camiseta. No es poco. La mejor para los locales, sin embargo, llegó pasados los 20 minutos cuando Kawaya ganó la línea de fondo y cedió atrás para Liberto que prolongó hacia Iván y su remate se fue muy alto.

Las respuesta llegó por medio de Asdrúbal que trató de dar un pase de la muerte que tapó bien Jorge Palatsi. De nuevo Kawaya percutió y cedió a Aridan que no encontró los palos de Sotres. A la media hora, el Salamanca se estiró con dos disparos lejanos, de Carpio y Arenas, que no inquietaron al meta de la Cultural. Sí lo hizo, por el contrario, David Torres que buscó el remate en el 40' pero encontró el codo dentro de Pablo Vázquez. El balón le golpeó en el brazo pero estaba recogido y la interpretación arbitral parece severa. David Torres no falló y colocó el primero desde el punto de penalti.

El público del Reino de León despidió a su equipo con pitos. Los reproduciría más tarde. Señé lució galones a los tres minutos de la reanudación con un arreón que a punto estuvo de significar el empate. Su disparo lamió el palo izquierdo de Sotres. Aira retiró a un poco incisivo Kawaya y dio entrada al eléctrico Zelu buscando profundidad. Parecía, no obstante, que al equipo le faltaba más alma que propuesta. Y así lo entendió también el público que volvió a abroncar a los suyos por su pasividad.

El plan de partido parecía claro. La Cultural, con la urgencia del resultado, debía irse con todo a por el empate. Sin embargo, no era capaz de superar a un Salamanca UDS que sí lo tenía cristalino. Supo aguantar tapando espacios y salió con gente a la contra cuando pudo. Caderón movió el banquillo para refrescar al equipo dando entrada a Jiménez y retirando a Arenas. La Cultural, mientras, espesa, sin ideas, no era capaz de poner en aprietos a su rival. Marcos lo intentó desde lejos en lo que fue su última acción del partido antes de dejar su sitio a Ortiz.

Un minuto más tarde a la Cultural se le puso aún más en chino el partido. Zelu, que había entrado en el segundo acto, salió del trabajo a deshora tras ver la segunda amarilla cuando faltaba un cuarto de hora. La grada seguía impaciente y la empresa era más difícil todavía. Sin corazón, sin ideas y sin fútbol quedaba colgar balones a la desesperada. Todos fáciles para los centrales charros que cuajaron un sólido partido. Calderón metió a José García y Din Alomerovic buscando cerrar el encuentro.

El árbitro marcó cinco minutos de alargue. Alivio en una afición que trató de transmitir aliento a sus hombres para el último envite. Y vaya si lo recibieron. Sobre todo el capitán, Iván González, que cazó un rechace en la frontal, realizó una pausada apertura a la derecha y arrancó hacia el punto de penalti donde conectó un sensacional cabezado al fondo de las mallas. Segundo empate in extremis para una Cultural que da un nuevo aso hacia atrás en sus aspiraciones y jarro de agua fría para un Salamanca UDS que tendrá que esperar para certificar la permanencia.