Miles de aficionados y vecinos de Pedrajas de San Esteban se dieron cita en la localidad piñonera en dos interesantes festejos -en sesiones de mañana y tarde- gracias a la iniciativa, organización y colaboración de la asociación taurina local, la empresa Euro Toro Luján y el consistorio pedrajero.

Los toros de cajón y la capea

Jamás había visto un servidor un lleno tan rotundo en el coqueto coso para la capea de la tarde: los pasillos superiores de la plaza, tendidos, barreras y ruedo. Todo repleto de mayores, jóvenes y niños que disfrutaron con el buen juego de los utreros que Manolo Ferrero, ganadero de Cantoblanco, había enviado desde Peñaflor de Hornija. La charanga local “la Gaveta” puso el colorido musical a la tarde.

Y las calles del recorrido y adyacentes petadas de gentes para ver pasar a “Landino”, de Sánchez Urbina y “Divertido”, de Cantoblanco. El primero de color negro, musculado y descarado de pitones. El segundo un colorado, buen mozo y con mucha cara. Y sin ningún incidente digno de resaltar.

Si bien el de Sánchez Urbina quedó rezagado a la salida del cajón, en la Ronda de Santana, tras una salida impetuosa, (teniendo que emplearse a fondo Cholo con sus berrendos en colorado hasta conseguir llevarlo al coso donde esperaba impaciente una multitud) el colorado tuvo una carrera más continuada y ágil llegando pronto a la plaza sin apenas detenerse.

Y allí, ambos novillos y dos vacas, resultaron bravos y con acometividad incansable dando un bello espectáculo de quiebros, recortes y toda suerte de engaños entre los más osados que llenaban el albero.

El tentadero público

Pasadas las 12 del mediodía se celebró un tentadero público a beneficio del Banco de Alimentos de Valladolid donde los asistentes abonaron un importe voluntario en taquilla o aportaron alimentos no perecederos. El caso es que hubo más de media plaza, con muchísimos niños y gente joven que alegraron la mañana. Se tentaron dos machos y tres eralas del hierro de Cantoblanco.

Abrió tentadero el veterano Vicente Barrera con una vaca que resultó brava, algo blandita, y cumpliendo en el jaco de Rafa Agudo. A Barrera le acompañó otro espada veterano como Rodolfo Pascual que quiso contribuir a la causa.

Marc Serrano tentó un eral silleto y mansote al que le sacó partido el diestro francés. Rafa Agudo tuvo que emplearse con él. Enrique Luján, empresario del coso, acompañó a Serrano en la cuadrilla de forma simbólica.

Por cierto que al buen piquero de Boecillo le acompañaron sus hijos, Jimena, que ya maneja con esmero la vara de picar en los tentaderos del Raso, con añojas, y el pequeño Rafa.

Alberto Aguilar, que se ha retirado de los ruedos la temporada pasada por una grave lesión en un pie, tentó una vaca que dio juego aunque al final se rajó. El diestro madrileño invitó a lidiar a sus alumnos de la Escuela Taurina de Navas del Rey (Madrid) de la que es director.

El vallisoletano Joselillo, con exquisitas maneras, tentó el otro macho que resultó deslucido e invitó al joven novillero local, Omar González, que estuvo valentón sufriendo algún revolcón.

La última vaca (regalo del ganadero) con más cara y muy deslucida, fue lidiada por Aguilar, los chavales de la escuela y el novillero local. Auxilió parando a los animales de salida el subalterno vallisoletano Rubén Sánchez. Y comentando el tentadero, micrófono en mano, Kike Gutiérrez, buen aficionado práctico.

Tras el tentadero la asociación taurina de Pedrajas que preside Javier Lorenzo entregó unos reconocimientos a los participantes que actuaron desinteresadamente.

En definitiva un día de toros completo y divertido donde se demostró, una vez más, que la tauromaquia está viva y que un solo bravo, en este caso dos, son capaces de concitar la atención de miles de ciudadanos.

Y lo más interesante es que el relevo generacional está asegurado en Pedrajas por la ingente cantidad de jóvenes y niños que acudieron a ambos festejos. Enhorabuena a la organización por estas iniciativas: Asociación Taurina, Euro Tauro Luján y Ayuntamiento.