A pesar de ser la cofradía más joven de la Semana Santa de Zamora, la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús de Luz y Vida se hizo un hueco enseguida en la Pasión zamorana para ofrecer momentos únicos de gran emoción para zamoranos y visitantes, y es que hace mirar atrás y recordar a todos aquellos que ya no están.

La interpretación del De Profundis en la ofrenda oración que tiene lugar en el cementerio de San Atilano es uno de los momentos más llamativos de la procesión y que corre a cargo del coro de la Hermandad y el cuarteto musical Jesús Luz y Vida.

También al inicio de la procesión, tras salir de la Catedral, se produce un instante espectacular en el arco de la Puerta del Obispo, pues los cargadores del Cristo tienen que demostrar sus dotes para pasarlo agachados y sortear el obstáculo para que la talla de Jesús de Luz y Vida pueda pasar sorteando el arco.

De gran belleza es también ver pasar la procesión por el Puente de Piedra, cayendo la noche y con el sonido de las voces del coro entremezcladas con el viento y el agua que baja con fuerza.

Este año, además, el desfile procesional será novedoso, pues incluirá la Cruz de los Ausentes del escultor zamorano José Luis Alonso Coomonte con motivo del 30 aniversario de la Hermandad, ofreciendo un desfile único que a lo mejor no se vuelve a repetir, aunque desde la Hermandad están barajando incluirlo a la procesión para los siguientes años.