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Región

Un día grande en Castronuño

26 febrero, 2019 14:09

Cada “Domingo Gordo”, como así se denomina en Castronuño al domingo de Carnaval, este municipio vallisoletano celebra el momento álgido de la fiesta de los quintos: “Los Versos”, acto que convierte a esta celebración en una de las tradiciones más emblemáticas y genuinas del municipio y de la provincia.

Los protagonistas de esta edición son los nacidos en el año 2001 y que en el 2019 cumplirán 18 años. Sus nombres son Ana, Carlota, Carol, Daniela, Iván, Lidia, Mandi, Mario, Marta, Martu, Naroa, Pedro y Regina.

Las celebraciones de la fiesta de los quintos comenzarán el sábado con el tradicional baile de quintos y se extenderán hasta el lunes con el recorrido, a ritmo de charanga, por las casas de los quintos, pasacalles que se prolongará durante todo el día.

Entre medias, el Domingo Gordo,  día en el que se cumplirá con el rito ancestral que desde hace más de 100 años supone una de las señas de identidad del municipio y de su folclore tradicional. Una ceremonia de presentación en sociedad que ha conservado los valores culturales y etnográficos heredados de las generaciones ascendentes.

El domingo es el día grande de esta fiesta. A las 15:30, los quintos, ataviados con un mantón de manila atado al torso y con un sombrero del que cuelgan numerosas cintas de colores y montados a lomos de caballos engalanados para la ocasión, desfilarán desde el ayuntamiento hasta el pago de “Carretejar”, situado en la Ctra/ Alaejos-Toro, frente al cuartel de la Guardia Civil.

En Carretejar, el público ocupará la calzada y los laterales de la carretera para crear un semicírculo frente al que los quintos y quintas, irán pasando de uno en uno para “echar el verso”, como así se dice en la jerga local.

Los versos son personales e intransferibles. En ellos, cada quinto relatará en primera persona y siempre en tono de humor, su procedencia familiar, anécdotas y andanzas que le hayan ocurrido a él o a sus familiares y amigos. También podrán hablar de acontecimientos ocurridos en el pueblo durante el año anterior, así como hacer análisis social y político. También suelen tratarse asuntos de amoríos, estudios y proyectos de futuro.

En el centro de la escena, colgando de una cuerda que atraviesa la carretera de lado a lado, estará situado el avión de las cintas, otro de los protagonistas de esta fiesta. Dirigiéndose a él, los quintos harán una dedicatoria a las personas más queridas para ellos y a las que después regalarán las cintas que saquen del avión para que las luzcan al cuello cual preciado tesoro. Los versos harán sentir al público asistente emociones de todo tipo: risas, lágrimas, nostalgia y orgullo.

Tras los versos, se dejará libre la calzada para que los caballos puedan correr por ella. Es el momento de “correr las cintas”. Empuñando un punzón de madera, los quintos han de pasar al galope bajo el avión y coger tantas cintas como sean capaces para regalárselas después a sus familiares y amigos. Tras correr las cintas, los quintos, acompañados de la banda de música, recorrerán las calles del pueblo haciendo partícipes de la fiesta a todos los vecinos y acompañantes.

Durante tres días Castronuño vibrará con sus quintos y volverá a disfrutar con la celebración de su tradición más enraizada y querida, Los Versos de Quintos. El Ayuntamiento de Castronuño solicitó en 2017 a la Junta de Castilla y León la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional para este rito que cada año genera más expectación y atrae a más visitantes al municipio.