Castilla y León

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Valladolid

Crónicas urbanas y gastronómicas

21 febrero, 2019 19:46

Ya les he hablado alguna que otra vez de esta singular pandilla creada por un grupo de amigos hace más de cinco lustros. Ya casi todos jubilados, nos reunimos una vez al año en torno a mesa y mantel para contarnos nuestras cuitas y nuestras alegrías pero, fundamentalmente, para pasar un rato divertido y degustar buenas viandas como las que nos ofreció el personal de Paco Martínez, más conocido por el “Criollo”, que a la vez es socio fundador de “La Fuga”.

La última cena ocurrió en junio del pasado año donde hubo mayoría absoluta de “fugados”. En esta ocasión, con el frío y bastantes disculpas, la cuota bajó a mínimos de tal forma que nos encontramos media docena: “El Criollo”, presidiendo la mesa en la sala de Mariemma, Toño Ortega, Luis Minguela, Angel Marcos, Mariano Gallegos y un servidor. A última hora se personó el benjamín del grupo: Santi Diago, que lo arreglamos con un bocata dado lo intempestivo de la hora.

Y resultó de lo más divertido porque en el grupo hay personajes que, de lo más simple y absurdo, saben arrancar una carcajada (léase Toño “Candeal” y el propio “Criollo”). Angel Marcos nos mostró su última obra: un precioso libro que, bajo el título de “Noches de piedras y lunas. Castillos de Valladolid”, esconde una obra con poemas de trece autores y 82 fotografías de 44 castillos y sus ruinas en la provincia de Valladolid. Una delicia leerlo y, sobre todo, visionar las impresionantes fotos de Marcos que, definitivamente, se nos ha convertido en internacional. Medina del Campo se pasea por el mundo de la mano de este artista del “daguerrotipo”.

Luis Minguela nos recordó que el día 20 de febrero de hace 37 años se inauguraba el nuevo “José Zorrilla”. Y un año o dos antes le recordaba Toño Ortega el golazo que le marcó a Arconada cuando este militaba en una pletórica Real Sociedad. Minguela llegó a ser internacional y fue un mítico jugador del Real Valladolid. Tiempos ha…

Y el propio Toño también recordó que ese día inaugural del estadio cantaron él y su compañero Félix algunas canciones del repertorio de “Candeal”. Hablamos de toros, (la gran corrida de San Pedro Regalado), de fútbol, y el buen ambiente que se ha creado en torno al Real Valladolid, y de viejos tiempos. Y entremedias algún chiste picantón de los que cuentan Toño y Paco, auténticos artífices en sacar y regalar sonrisas.

Y mientras, Felipe, el veterano camarero de la Casa, iba y venía cargado de viandas en un menú largo pero nada estrecho. A saber: de entrada un carpaccio de esturión adornado con huevas de salmón. Le siguieron unas croquetas de jamón. Dos suculentos platazos de jamón de Guijuelo (por cierto de Blázquez, suegro del diestro salmantino Domingo López Chaves) que nos hicieron saltar las lágrimas. No podía faltar un plato típico y especial de La Criolla: espárrago en tempura con jamón ibérico. Acto seguido unas delirantes alcachofas naturales con foei.

Y sorpresa: Felipe apareció con un perol humeante que fue sirviendo al gusto. Se trataba de unas deliciosas sopas de ajo hechas con auténtico primor. Y por el fin el fin de las viandas consistente en unas láminas de carrilleras de ternera estofadas, acompañadas de una miajita de compota de manzana que le dieron un toque delicatesen. Y de remate una suculenta torrija acompañada de una bola de helado.

No faltó el buen caldo ribereño burgalés de “Viña Pedrosa”, del que cayeron tres botellas… y ante tal oferta uno apartó el clásico clarete cigaleño y su correspondiente gaseosa porque, si en la ida utilicé el servicio público, la vuelta a casa la hice merced a la generosidad de Mariano Gallegos, el “ideólogo” del grupo que tiene recopilada la historia de “La Fuga” y ya piensa en editarla…

Como siempre viene sucediendo en esta pandilla, al término de las cenas, a alguien se le ocurre -casi siempre es Mariano Gallegos- algún pensamiento original y repentino que cause risa. Pero hay que exponerlo y prometí publicarlo. Era la parte de política, que también tocamos durante la cena.

Esta es la farsa “política” que se decidió por “unanimidad” en la mesa de los “fugados”: “Aplicar el 55, -a los otros 100 los dejamos sin salario- aportando un “relator” en la persona del mítico “Bomba” (1). Sobran las palabras… y los hechos en una deliciosa noche donde, rozando el surrealismo, nos reímos a mandíbula batiente. Y nos pusimos tibios…

Sólo nos faltó que “Candeal” nos cantara una de aquellas rabeladas que tanto impacto tuvieron por esos pueblos de Castilla. Pero Toño se negó al estar ausente Félix. Cachis…

Gracias, “Criollo”.

(1)“El Bomba” es un personaje popular que pasea con su arte y su estilo sus formas de entender la vida, además de un bon vivant de la noche vallisoletana. Rebelde, transgresor y bohemio; así lleva una friolera de años y ya no habrá quién lo cambie. Por ello se decidió que podría ser un buen “relator”… en el futuro, porque la causa ya está caducada…