Las obras del aparcamiento de la Plaza Mayor están siendo observadas al minuto por los responsables municipales y también por los cientos de curiosos que cada día se detienen unos minutos a contemplar el avance de la actuación que cambiará la entrada y la salida del aparcamiento y no dejará ni rastro del tráfico rodado en la plaza.

Pero la inquietud temporal más acuciante está relacionada con la Semana Santa, que ya tiene en marcha la cuenta atrás para los días claves del mes de abril y observa con incertidumbre cómo uno de los escenarios más importantes de las celebraciones está ahora inmerso en una notable transformación.

Desde el Ayuntamiento se ha asegurado en todo momento que la Semana Santa no tendrá que cambiar sus planes ni los recorridos de las procesiones por estas obras y que el espacio estará despejado cuando llegue el momento de los cofrades.

"La instalación de las gradas requiere un tiempo de montaje, otros años se suele tardar varias semanas, este año no habrá tanto tiempo pero sí que se podrán colocar los graderíos", ha aseverado Saravia.

Funcionamiento del parking

Otra cuestión será los plazos para que el céntrico aparcamiento subterráneo recupere su funcionamiento habitual. "Una cosa es cuando la obra termine en el exterior, y otra es el interior, todos los permisos que se tendrán que tramitar para las diferentes instalaciones, los ascensores... eso llevará más tiempo", ha puntualizado Saravia.