No hay Día de Reyes, ni cabalgata de Reyes sin roscón de Reyes, lógicamente. Sin embargo y a pesar de que comer un trocito de este dulce manjar es obligación, abusar del mismo puede ser peligroso, más aún tras las copiosas cenas de Nochebuena y Nochevieja.

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha recordado siempre la importancia de cuidar la alimentación durante las fiestas navideñas y tener también muy presente el número de calorías que se consumen.

Así, por ejemplo y según señala esta institución, una porción del roscón de Reyes aportaría 250 calorías, más, por ejemplo que una ración de diez gambas a la plancha con un componente calórico de 200 calorías o los 120 de un polvorón o un mazapán.

La fruta también resulta imprescindible en estas fechas en las que los kilos de más se comienzan a notar y los gimnasios se llenarán a partir del próximo 8 de enero cuando todas las fiestas navideñas sean ya historia.

Por tanto, disfruta del roscón, pero hazlo con conocimiento de causa.