La Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos arrancaba hoy el 'I Encuentro de Campaneros/as de Castilla y León’ en la ciudad de Zamora, coincidiendo con San Paulino de Nola, patrón de los campaneros.

Una pionera reunión que comenzaba ayer con la recepción de asistentes en la plaza de Viriato, una charla coloquio y los toques de víspera, que se realizaron en diversas torres
de la capital zamorana en honor a San Paulino de Nola.

Pero hoy sábado es el día grande de este primer encuentro que se iniciaba con una concentración en la plaza La Marina de todas las asociación participantes, como la de la de Villavante en León, Villaltanos de Palencia, Burgos, y por supuesto, la de Zamora, todos con sus campanarios móviles. En este primer acto estuvieron además acompañados por la asociación de Tamborileros de Zamora y la asociación de Pendoneros 'Virgen de Castrotierra' de la Bañeza.

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Toda la comitiva marcho en festiva caminata desde este punto, por la calle Santa Clara, plaza Sagasta, calle Renova, para terminar en la Plaza Mayor de la capital, donde fueron recibidos por las autoridades del Ayuntamiento de Zamora a las puertas del propio Consistorio. Una vez finalizada la recepción, la campanera comitiva iniciaba un sonoro toque de fiesta de un minuto desde cada uno de los campanarios móviles en la misma plaza, y a continuación, desfilaron por el casco antiguo de Zamora hasta la Catedral. Allí, los campaneros ofrecieron a los presentes una interesante exhibición de toques y repiques de campanas, y a su son los pendones danzaron para el disfrute de los presentes.

A continuación, la comitiva acudió al interior de la Catedral para recibir una misa, oficiada por Francisco Díez García y cantada por el coro de la asociación cultural 'Moremola de
Moreruela de los Infanzones'. A la salida, la campana de la Catedral se puso a sonar para la llamada la Bomba para conmemorar la festividad campanera.

Como despedida a este primer encuentro de campaneros, los tamborileros y los campaneros con sus campanarios móviles y los Pendoneros de la Bañeza bailaron
conjuntamente una jota, con la que animaron a todos los asistentes que quisieron a demostrar sus habilidades joteras. Con la comida de hermandad, en el restaurante del Campus Universitario de Zamora, se pone el broche final a este pionero momento de unión entre los campaneros de Castilla y León.