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Tomás del Bien: "Toro era una ciudad en blanco y negro del NO-DO y ahora una ciudad alegre y viva"

24 mayo, 2019 17:06

La mañana empieza muy pronto para Tomás del Bien, que no deja de atender ni por un momento las obligaciones en la Casa Consistorial. A pesar de ser Santa Rita –el 22 de mayo-, fiesta local en Toro, el alcalde acude al Ayuntamiento para continuar con sus gestiones y, a continuación, para unos minutos para atendernos mientras tomamos un café en la Plaza Mayor. El tiempo justo antes de acudir, acompañado de personas de confianza, al Palacio de Valparaíso, que celebra una jornada de puertas abiertas como preámbulo a la próxima apertura del Centro de Demencias que Alzheimer Zamora estrena en Toro, tras años de intenso trabajo. De camino, Tomás se encuentra con numerosos vecinos y amigos que le van planteando, a vuelapluma, diversas cuestiones. Sin prisa, se para a conversar, mientras arranca a mano la molesta publicidad ilegal que afea los canalones de las calles del casco antiguo. Es difícil avanzar unos metros sin pararnos, pero se ve que a Tomás del Bien, lejos de molestarle, la estrecha relación con los vecinos le fascina.

-¿Qué expectativas tiene de cara al domingo?

-Al menos revalidar lo que tenemos, creo que el trabajo realizado es meritorio de repetir lo realizado, 9 concejales, y a la vista está el ambiente que hemos vivido estos días de campaña, los encuentros con colectivos y vecinos así nos lo están diciendo. Creo que la mayoría social de la ciudad aprueba esta gestión, si bien es cierto que no ha respondido a todas las expectativas que nosotros mismos teníamos, y es que lo que endeudamos era horrible, una situación catastrófica. Era un ayuntamiento al borde de la quiebra técnica, y se ha parado de golpe, se ha trabajado muchísimo en ordenar y en limpiar la casa, y a partir de aquí queda un proyecto. La gente ha visto el trabajo, creo que todo el mundo se ha sentido atendido y respaldado.

-¿Cree que los vecinos valoran la cercanía del alcalde con la ciudadanía?

-Hemos pasado de tener un alcalde que venía a Toro una vez a la semana o te atendía y te daba cita para tres meses, a un alcalde que está todo el día en el Ayuntamiento, en la calle, que recibe a los ciudadanos dos o tres días a la semana, que hemos superado las 1.000 citas con ciudadanos en estos cuatro años, y hemos estado a disposición de cualquier colectivo, de las empresas 24 horas. Yo tengo que confesarlo, al timbre de mi casa llama gente cuando no me encuentra en el Ayuntamiento van a casa y llaman, y sin ningún problema me pongo en marcha, bajo, cojo el teléfono y nos ponemos a gestionar el problema que haya, pero yo y cualquiera de los otros 9 concejales. Eso estaba muy demandado. Aquí el equipo de gobierno estaba en el altar, parecía el apostolado santo, y era dificilísimo acceder a ellos.

-¿En qué ha mejorado Toro en estos cuatro años?

-En todo, lo más importante la situación económico financiera del Ayuntamiento: de deber 9 millones de euros a debe menos de 3, que en año y medio será cero. Hemos mejorado la accesibilidad, los servicios, hemos renovado todos los edificios municipales que estaban desastrosos, se ha apostado por el deporte, se ha dado cobijo a todas las asociaciones que se han ido creando y se han mejorado los locales de las que ya había, se han desbloqueado situaciones históricas como el caso de Montelarreina, o se ha facilitado también con el trabajo municipal que Barcelona Housing System y la empresa china hayan adquirido las instalaciones de Pevafersa. Y luego algo vital, se ha dado vida a Toro; Toro era una ciudad en blanco y negro, una ciudad puramente del NO-DO y eso ha muerto, por fin lo hemos desterrado. Toro es una ciudad alegre, viva, donde la alternativa cultural, musical, de ocio, festiva, es la misma que una capital de provincia. Y yo creo que ahora el ritmo cultural y de ocio de esta provincia lo marca Toro, y también el turístico. Con esta agenda cultural y el turismo estamos creando un factor de desarrollo económico importantísimo: el papel del Ayuntamiento en desarrollar la Ruta del Vino, no olvidemos que estábamos en juicio porque Acevín nos iba a expulsar por morosos y lo solventamos y solucionamos. En definitiva, Toro ha recuperado el pulso y ahora hay que seguir consolidando los proyectos que no se han podido llevar a cabo.

-La despoblación es un problema no solo de Toro y su comarca, de toda la provincia y de Castilla y León y en general del mundo rural. ¿Desde el Ayuntamiento se puede hacer algo?

-El Ayuntamiento tiene ayudas a la natalidad que ningún año se cubren por completo; es cierto que podemos tener políticas de incentivación para la gente que decide quedarse aquí, pero esta dinámica es a nivel nacional, y quien tiene que poner pie en tierra es el Gobierno central y creo que se está haciendo. Por fin hay un Gobierno de España sensible con esta situación, que ha creado un comisionado para el Reto Demográfico. Si Luis Tudanca es presidente de la Junta, también una de sus vicepresidencias va a ser para el reto demográfico, y eso es muy positivo. Y en ese aspecto tenemos un proyecto con muchísima esperanza, que es Montelarreina, poder devolver la actividad a ese campamento militar, y no una actividad como todos teníamos planteado de ocio, sino una alternativa real con personas, que va a favorecer que se renueve el casco urbano, que se cree vivienda, servicios. Está claro que partido apuesta por el medio rural y quién no, el que lleva 30 años denostándonos, olvidando Zamora, arrinconándolos a costa del poder político.

-En el punto de mira del PSOE zamorano estará este domingo la Diputación Provincial de Zamora. ¿Un cambio de signo favorecería una mejor relación con el Ayuntamiento de Toro?

-Sí, porque estos años no ha habido relación. La Diputación ni nos ha atendido, ni la hemos tenido cuando nos ha necesitado. Es más, nos ha discriminado con subvenciones torticeras para municipios de menos de 2.000 habitantes. Recordemos que los municipios de más de 2.000 habitantes que dependen de la Diputación son Toro, Benavente y Morales del Vino, ninguno bajo las siglas del PP esta legislatura. Y es más, el balance económico de la Diputación con Toro es negativo, porque nos dieron dos planes provinciales de obras, pero hubo que pagar deudas de la anterior legislatura que estaban sin justificar y sin pagar. La Diputación ahora mismo le debe dinero a Toro. De hecho, el plan de obras que tenemos en marcha ahora no lo hemos podido comenzar porque lo han entorpecido adrede para que no podamos arreglar esas calles antes de las elecciones.

-¿Será el PSOE de Toro determinante en la consecución de la Diputación?

-Sí, desde luego, la mayoría de Toro va a ser determinante. Al igual que estoy convencido de que vamos a repetir alcaldías importantes como Benavente, como todos los pueblos de su área metropolitana, del Alfoz de Toro, no olvidemos que es el único partido judicial donde gobierna el PSOE por mayoría en el cómputo global comarcal. Y vamos a mantener Puebla de Sanabria, espero que Antidio obtenga un buen resultado en Zamora, creo que vamos a tener alcaldesa en Villalpando, y una buena alcaldesa, y creo que vamos a luchar en los principales municipios de Zamora por seguir gobernándolos.

-Montelarreina, ¿es la panacea para Toro, o simplemente una ayuda para revitalizar la zona?

-Es una ayuda más. Está claro que todos los proyectos que llevemos a cabo en la provincia de Zamora necesitan de un ingrediente principal: personas, gente, que es lo que falta. Podemos dar alternativas, infraestructuras, servicios, pero si no hay personas, no sirven de nada. A Montelarreina personas van a venir. El 30% de los solteros de esos batallones, irán a Montelarreina, el resto no. Toro tendrá que asumir la gran parte de esa población, pero ahí tendremos trabajo complementario. Tenemos una oportunidad única para rehabilitar nuestro casco urbano poniendo a disposición todas las viviendas que están ahora mismo caídas, deshabitadas, abandonadas… y ahí necesitamos la ayuda también de la Junta de Castilla y León, una Junta que tiene a Toro como uno de sus cascos históricos declarado desde hace más de 60 años, pero que patrimonialmente lo ha tenido olvidado siempre. La Junta de Castilla y León le debe muchísimo a Toro a nivel patrimonial. Es envidiable como otros cascos históricos, urbanos de Castilla y León están totalmente conservados con ayudas de Fomento de Castilla y León, y en Toro lo poco que ha hecho la Junta se suma a lo mucho que ha hecho el Ayuntamiento, a lo mucho que han hecho los ciudadanos, la Fundación González Allende, que ha sido la principal valedora del legado patrimonial de Toro. Y creo que también vamos a tener la suerte de que el cambio en la Junta se va a producir, que Luis Tudanca va a ser presidente y que por fin va a haber una administración autonómica al lado de la ciudad.