No es fácil hacer la crítica a un crítico literario como el Maestro Santonja. Por ello le andaré por la cara, sin cruzarme, con las precauciones de un viejo torero ante un toro resabiado hasta que pueda centrarme con él y esperarlo para aprender…porque será imposible llegar a su altura.

Como decía “El Guerra”: Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible.

Es su cuarto libro dedicado a la Tauromaquia antigua, siempre en busca de lo que nadie encuentra, de lo inédito. Porque el asunto está claro como lo demostrara en sus tres obras anteriores: Luces sobre una época oscura. (El toreo a pie del siglo XVII) (2010), Por los albores del toreo a pie. (Imágenes y textos de los siglos XII-XVII) (2012), y el último ha sido La justicia del Rey (2013).

Pero con datos, hechos, fechas y manuscritos que, aunque vetustos, denotan frescura. De algo le debe servir su oficio: Catedrático en la Complutense de Madrid y Doctor en Filología Hispánica, además de diplomado en Documentación y otros menesteres, pero siempre taurino exigente.

En este nuevo volumen, editado por Gráficas Maxtor (Valladolid), Santonja se centra en descubrir a una villa soriana que en la época de los Reyes Católicos llegó a ser sede provisional de la corte. Y que además tuvo dos recintos festivos para la práctica del toreo: su Plaza Mayor y el Campo del Toro.

Aquí es donde se recrea -nos recrea- este bejarano de pro repasando imágenes de archivos dormidos de tantas villas y pueblos de tierra adentro. Con esta frase geográfica de Este a Oeste resume sus andanzas cual ingenioso hidalgo, acompañado de su especial Sancho (María Antonia, su esposa): entre Béjar y Almazán, por el corazón de roble de Iberia y de Castilla, abril de 2014-febrero de 2018…

Por la parte provinciana que nos toca, amén de otros lugares de interés taurino, hace una parada extensa en Montemayor de Pililla (Valladolid) donde él y un servidor gozamos de buenas amistades.

El libro, de 134 páginas, ya está en las librerías al precio de 12 euros. Un ejemplar que deben leer y releer porque no solo nos ilustrará de la tauromaquia antigua, no. El Maestro Santonja nos deleitará con magistrales clases de historia, de monumentos, de documentos originales, de manuscritos insospechados, de fotografías en desuso y de frases de los clásicos encabezando cada capítulo.

De cultura en general y de sapiencia taurina en particular. Baste recordar una de sus frases concluyentes: la Tauromaquia no es rasgo distintivo de la cultura hispana sino constitutivo.

Y para junio otra sorpresa literario-taurina: un tomo de 400 páginas del que no desvelaré título, por algo es sorpresa.

Enhorabuena, Maestro Santonja.