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Los intereses abusivos, uno de los principales riesgos al contratar créditos rápidos

4 septiembre, 2019 17:31

Principales riesgos y precauciones a tener en cuenta

Para organizar las vacaciones, para comprar un coche, para reformar la casa… Son muchas las razones por las que cualquier persona puede decidir contratar un crédito rápido. Se trata de un producto financiero que proporciona liquidez al instante y que puede devolverse cómodamente, en pequeñas cuotas mensuales. 

Pero ¿es buena idea optar por esta forma de financiación? ¿Conlleva algún riesgo? ¿Cuáles son los consejos de los expertos para evitar problemas o contratiempos?

Los intereses abusivos y la usura

En primer lugar, hay que aclarar que no todos los préstamos rápidos conllevan riesgos reales para los usuarios. En los últimos tiempos hemos asistido a un aluvión de reclamaciones por lo que se conoce como créditos o tarjetas revolving. Y los que han sido aceptados por la justicia son aquellos casos en los que el crédito implicaba unos intereses abusivos, que incluso podían ser calificados de usura.

Así, desde indemniza.me, una compañía especializada en reclamaciones a entidades financieras y aerolíneas, Iván Metola recomienda prestar atención a dos aspectos básicos para saber distinguir un crédito abusivo de otro que no lo es: “lo más importante es que el cliente tenga claro cuánto le va a costar ese crédito, y pare ello es fundamental conocer el TAE del producto y si existen otro tipo de cláusulas, como la de capitalización de intereses, de comisiones por posiciones deudoras, de intereses de demora…, que pueden encarecer sobremanera el crédito”. 

Desde 2015, los clientes de créditos rápidos que se ven acorralados por una deuda que no pueden afrontar tienen una clara salida legal. Por aquel entonces, recuerda Metola, “el Tribunal Supremo fijó como doctrina que el doble del precio ‘normal’ del dinero, en el momento de la contratación del préstamo, puede ser considerado usura”. Por lo tanto, si la entidad financiera no acredita en esos supuestos la existencia de circunstancias excepcionales que justifiquen ese excesivamente alto tipo de interés, se podría declarar la nulidad del crédito.

Una espiral de deuda interminable

Un caso muy particular de usura es el que han protagonizado algunas empresas que comercializan tarjetas o créditos revolving. Los clientes que las contrataban, en la mayoría de los caso por teléfono y de forma casi inmediata, terminaban envueltos en una espiral de deuda sin fin, de la que resultaba casi imposible salir sin el correspondiente asesoramiento legal.

En esos supuestos, “los intereses generan nuevos intereses, creándose una espiral de deuda impagable, que se ha multiplicado en poco tiempo y cuya solución no pasa por continuar pagando unas cuotas que no tienen fin”.

Por si esto fuera poco, cuando el cliente afectado por un crédito abusivo deja de pagar alguna cuota, “comienza una operación de acoso telefónico y postal por parte de la financiera, incluso con amenazas de inclusión en ficheros de morosos”.

La nulidad del préstamo como única salida

Si alguien es víctima de un crédito rápido con intereses abusivos, por mucho que continúe pagando las cuotas del préstamo es muy probable que no acabe con el problema. Tal y como explica Iván Metola, “tras las cuotas tan bajas se esconden unos tipos de interés tan altos en su composición que prácticamente no permiten amortizar nada del capital adeudado”. 

Por eso, la única solución es reclamar. Y la buena noticia es que el porcentaje de éxito es muy alto. “Los tribunales están avalando la tesis de los clientes de forma generalizada y, desde 2015, la jurisprudencia se ha volcado a favor del consumidor”, señala Metola.

Si el juez da la razón al usuario, se declarará la nulidad del contrato y la deuda desaparecerá. Además, la entidad que concedió el préstamo tendrá que devolver al cliente todas las cantidades abonadas en concepto de intereses. Es decir, el cliente únicamente tendría que devolver el dinero que le prestaron, recuperando todo lo que haya pagado de más.