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Opinión

Navidad es para adultos sinónimo de familia. Para los niños magia

23 diciembre, 2019 12:57

Navidad es para los adultos sinónimo de familia, de alegría por reunirnos, de tradición, de uvas, de bocas llenas y ruido, de reuniones con amigos… Para los niños, en cambio, la Navidad es magia, es excitación. Desde decorar el árbol a abrir los regalos, la Navidad es toda una experiencia a los ojos de un niño. Sin embargo, para los hijos de padres separados puede ser también un periodo de dudas: ¿Voy a pasar las Navidades con papá o con mamá? ¿Cuándo voy a abrir los regalos? ¿Y si los Reyes no saben la nueva dirección de la casa de papá?  Para poner un poco de luz en este asunto y que madres, padres e hijos puedan disfrutar de la Navidad, reflexionemos sobre cuestiones que más preocupan durante estas fechas:

 ¿Cómo se reparten las vacaciones de Navidad?

Se acercan las vacaciones navideñas y para los padres divorciados es tiempo de planificar cómo se repartirán los tiempos de estancia con los niños durante estas fechas: ¿Con quién cenarán los hijos en Nochebuena? ¿Tendrán oportunidad de estar con ambos padres el día de Reyes? ¿Cuándo recogerán los regalos en casa de los abuelos?

No existe un modelo único ni una forma correcta o incorrecta de distribuir los tiempos de estancia con ambos padres durante las vacaciones de Navidad. Siempre que se garantice que los niños disfrutan de tiempo con ambos padres se puede adoptar cualquier forma de reparto que los progenitores acuerden. A continuación, veremos ejemplos de reparto de las vacaciones de Navidad que puedes adaptar a tu familia.

La mayoría de los convenios reguladores actuales ya contemplan un sistema de reparto de las vacaciones de Navidad distribuyendo el tiempo entre ambos progenitores. Lo más habitual es que el reparto consista en la alternancia de periodos, de manera que un año los niños pasen con su padre el día de Navidad y el de Reyes con la madre y, al año siguiente, al contrario. Los periodos se dividirán de la siguiente manera:

  • Primer periodo: Empieza en primer día de las vacaciones escolares de Navidad y termina el día de Navidad (25 de diciembre). El intercambio puede ser el día de Navidad a última hora de la tarde (o a la hora que ambos padres acuerden) o el día 26 de diciembre.
  • Segundo periodo: Va desde el 26 de diciembre hasta el día en que los niños comienzan de nuevo las clases, el 8, 9 o 10 de enero, según marque el calendario escolar.

Otra opción de reparto puede ser la alternancia de días en lugar de alternar periodos enteros. La alternancia por días puede hacerse de manera similar al régimen de visitas habitual o repartiéndose el tiempo con el niño según las disponibilidades de cada progenitor. Este sistema es recomendable cuando los niños tienen corta edad o son lactantes pues no tienen que pasar largos periodos separados de uno de sus progenitores. También es un buen sistema en aquellos casos en que la separación de los padres es reciente y son las primeras Navidades que pasarán separados ya que evita en el niño la sensación de no pasar las vacaciones en familia.

Por último, es posible establecer un sistema de reparto mixto, que permita a los niños estar con ambos padres en los días "especiales" como son el día de Navidad y el día de Reyes. Este reparto consistiría en dividir las vacaciones en dos periodos, pero haciendo los intercambios en los días de Navidad y Reyes, lo que posibilita a los niños disfrutar de estos días señalados con ambos padres, pudiendo abrir los regalos con uno y otro y con las familias materna y paterna. Esto ayuda a que los niños no tengan una sensación de ruptura familiar tan grande. Por supuesto, este tipo de acuerdo solo será posible cuando los progenitores vivan en la misma localidad o en localidades cercanas pues, en caso contrario, los niños se pasarían los días de Reyes y Navidad viajando.

Cualquiera que sea el sistema de reparto elegido, recuerda que la Navidad es un momento especial para los niños, que tienen derecho a disfrutar con ambos progenitores. Deja de lado las disputas con tu ex y recuerda que los niños son los más importante.

Si aun así existen dificultades para llegar a acuerdo sobre el reparto de las vacaciones de Navidad o no existe todavía un convenio ratificado que regule la situación familiar, desde la APFS (Asociación de Padres de Familia Separados), te aconsejamos que contactes con un abogado experto en familia, te ayudará a resolver tus dudas y a gestionar el asunto de manera amigable y sin comprometer el bienestar de tus hijos.

Veamos unos consejos para disfrutar de la Navidad

Planifica el reparto de las vacaciones. Habla con tu ex con antelación para repartir los días que cada uno disfrutará con los niños. Tanto si tenéis convenio regulador como si aún estáis en periodo de separación, es importante que acordéis los días concretos en que cada uno tendrá a los niños consigo, las horas y lugar de recogida y los horarios de llamadas y comunicación con los niños. Elige fechas siempre con respeto y consideración al otro progenitor procurando no hacer planes que impliquen solapar periodos. Recuerda que para que el otro progenitor cumpla, tú debes cumplir también.

Explica a los niños la nueva situación y como se repartirán los tiempos de estancia, con quién pasarán el día de Navidad, el de Reyes, cuándo verán a los abuelos, a los primos, etc.

Celebra y comparte con tus hijos. Aunque no pases el día de Navidad, de Reyes o el Primero de año con tus hijos no olvides compartir con ellos esos momentos. Hazte una foto, graba un vídeo divertido o envíales un WhatsApp para compartir de algún modo con ellos esos momentos.

Disfruta del tiempo sin los niños. Pasar días tan especiales lejos de los niños puede resultar duro, especialmente si la separación es reciente o si los niños son muy pequeños. No te dejes llevar por el pesimismo y disfruta de estas bonitas fechas con el resto de tu familia y contigo mismo.  Haz planes, sal hasta tarde, levántate a las tantas.

Los regalos consensuados. Habla con tu ex sobre los regalos que haréis a los niños cada uno. Decidid juntos que le regalará cada uno, si es un regalo apropiado, si el niño tiene edad para tener un Smartphone, si es posible comprarle ese regalo más caro repartiendo gastos, etc. Pero, sobre todo, recuerda: no es una competición. Y para terminar quiero acabar como empecé este artículo. Navidad es para adultos sinónimo de familia. Para los niños magia.