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Una mano tendida por la inclusión social: los CEAS de Salamanca

5 enero, 2020 09:44

NOTICIASCYL SALAMANCA continúa este domingo con su serie dominical de reportajes sobre los servicios municipales. Todo aquello que el Ayuntamiento de Salamanca tiene en marcha en su labor de servir al ciudadano y mantener la ciudad en el mejor estado posible. Áreas municipales de las que puede disponer cualquier vecino de Salamanca y que este diario acerca para que pueda conocerlas un poco mejor. Hoy, los Centros de Acción Social.

La concejala de Bienestar Social y primera teniente de alcalde, Ana Suárez, comanda un denso equipo centrado en mejorar la vida de las personas con mayor vulnerabilidad social en la capital del Tormes. Recibe a los lectores NOTICIASCYL SALAMANCA junto a Marta Aparicio, la directora de Área de Bienestar Social del Ayuntamiento, Manoli García Rivas, técnico de animación sociosanitaria del CEAS de Garrido Sur, y Cristina Cuadrado, trabajadora social del CEAS de Garrido Norte.

Los Centros de Acción Social son la puerta de entrada al sistema universal de servicios sociales. Un sistema de responsabilidad pública contemplado en la legislación y que. en esta ciudad. es “de los más avanzados de España” puesto que cuenta con prestaciones esenciales de carácter público. El único requisito que deben cumplir los usuarios para acceder es estar empadronados en Salamanca. No así para consultas al servicio de información, orientación y asesoramiento, uno de los más demandados en los CEAS.

El servicio arranca a menudo para el ciudadano con la solicitud de cita previa, imprescindible para ser atendido, aunque también llegan casos derivados de otras entidades como el hospital, asociaciones e incuso centros educativos. A partir de ahí, el equipo de profesionales elabora un diagnóstico social de carácter integral

El personal que trabaja en los CEAS está compuesto por dos trabajadores sociales, casi todas mujeres, y una animadora sociocomunitaria, cuyo papel es fundamental para el llamado desarrollo comunitario, esencial en la prevención. Mientras las trabajadoras sociales hacen la tramitación de prestaciones o derivan los casos que sea necesario a servicios especializados, las animadoras sociocomunitarias procuran la integración social del núcleo familiar en el entrono comunitario. Un papel determinante para prevenir la exclusión social. Al final, es un trabajo coral que se hace en equipo.

Atención a la dependencia

Los recursos que tramitan las trabajadores sociales se dividen en servicios de atención a la dependencia, servicios para la inclusión social y servicios de apoyo a la familia. Las personas con pérdida de autonomía en su capacidad funcional a menudo acuden a los CEAS en busca de ayuda. Lo primero que les recomiendan es que tramiten el reconocimiento de su situación de dependencia y, después, las trabajadoras sociales acuden a su domicilio para realizar un informe social. Cabe señalar que en Castilla y León, los servicios sociales funcionan “en red” por lo que existe un Sistema de Acceso Unificado (SAUSS) en el que se vuelcan todas las historias para tramitar los recursos online. A partir de ahí se elabora un dictamen mixto entre la entidad local y la Junta que, finalmente, resuelve la Gerencia Territorial de Servicios Sociales.

En función del grado de dependencia que se determine se asignan los servicios públicos o las prestaciones económicas a los que la persona tiene derecho. Los servicios se dividen en residencias o centros de estancia diurna para mayores o personas con discapacidad, el servicio de ayuda a domicilio y comida a domicilio, y la teleasistencia avanzada. Las prestaciones económicas están divididas en tres tipos: aquellas vinculadas a la prestación de un servicio, a los cuidados en el entorno familiar y el asistente personal. Cuando se trata de ayuda a domicilio es el Ayuntamiento a través de los CEAS quien proveé el servicio a los ciudadanos.

Prestaciones de inclusión social y de apoyo a la familia

Es frecuente que los ciudadanos en dificultades acudan con intención de recibir una ayuda económica, pero es el equipo quien elabora un diagnóstico en función de las carencias que percibe. Puede haber distintos déficit en cada caso, a veces relacionados con la educación, el acceso al empleo, la desestructuración familiar u otros. En un primer momento existen prestaciones económicas de carácter municipal para cubrir las necesidades básicas y de acceso a la vivienda llamadas 'Ayudas de Urgente Necesidad Social'.

Por otro lado, existe la llamada 'Renta Garantizada de la Ciudadanía', que una prestación que tiene carácter económico, pero también una función última que es la inclusión social de la persona y del núcleo familiar. De hecho, los ciudadanos que acceden a esta prestación firman un 'Proyecto Individualizado de Inserción' en el que se comprometen a ofrecer algunas contraprestaciones. Por ejemplo, enviar a los niños al colegio, buscar empleo de forma activa y todas aquellas acciones que sean necesarias para que la situación de la familia mejore.

Es entonces cuando los CEAS realizan un seguimiento individualizado de cada caso aprovechando otros programas municipales como las ludotecas o los programas de verano. Ahí comprueban el desarrollo de todas estas personas. Tal y como indica Ana Suárez, “se trata no solo de darles esa ayuda económica para que puedan cubrir los gastos del mes, sino ver por qué se ha llegado a esa situación y poner en marcha los mecanismos necesarios para que no se repita”. Todo este proceso se acentúa en el momento en el que hay menores en riesgo de exclusión social porque se vuelcan todos los recursos disponibles. “Se disparan todas las alertas”.

Le puede pasar a cualquiera

Cristina y Manoli son las que más contacto directo tienen con los usuarios de los CEAS. “La relación de tú a tú, de persona a persona, empieza cuando la gente entra por la puerta primera vez. Y la acogida que nosotras les damos es una clave muy importante, porque de ahí depende la relación que luego vas a tener también con su entorno”, apunta Manoli, también consciente de que “tenemos la suerte de ser nosotras las que recibimos el reconocimiento en caso de que todo salga bien”.

Ana Suárez añade que “la gente debe saber que este es un lugar donde ser les va a escuchar a tratar de entender y no se les va a juzgar”. Una palabra 'prohibida' en el equipo de servicios sociales que tiene desarrollada al máximo la empatía. “Entendemos que las situaciones de vulnerabilidad social son eso, situaciones por las que podemos atravesar cualquier persona en cualquier momento de nuestro proceso vital”, agrega Marta Aparicio.

En definitiva, advierten que, para tener buena salud social, lo más importante es tener una buena salud familiar y un entorno comunitario. No porque tener una peor situación económica se cae en la exclusión. Si hay una red detrás es más difícil meterse en problemas. A fomentar el tejido de esa red se dedican los CEAS.

https://www.noticiascyl.com/salamanca/local-salamanca/2019/12/29/el-futuro-de-los-servicios-sociales-big-data-y-teleasistencia-avanzada/