La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca, Miryam Rodríguez, ha anunciado este miércoles en rueda de prensa un nuevo proyecto transfronterizo contra el cambio climático que se pondrá en marcha próximamente con un presupuesto superior a los 500.000 euros y un 75% de ayuda de fondos FEDER. Salamanca recibirá de estos 198.000 euros.

Según explicó, en este proyecto de 'Ciudades Verdes Cencyl' en el que también participan Ciudad Rodrigo, Valladolid, Aveiro, Figueira da Foz, Guarda y Viseu, destaca la elaboración de una estrategia de adaptación al cambio climático para diagnosticar las vulnerabilidades y riesgos climáticos de cada ciudad y permitirá intercambiar y compartir experiencias entre las ciudades participantes sobre las políticas que se están llevando a cabo o planificando.

En concreto, explicó, las ciudades se enfrentarán de forma conjunta y coordinada a las iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático, esto es de la reducción de emisiones de CO2 y la adaptación de la reducción de la vulnerabilidad climática. Entre las medidas que destacó se encuentran el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible de Salamanca, ya en marcha, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible y otro Plan de Ahorro Energético, en ejecución, por un lado; y la nueva Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático de Salamanca.

Así, entre las ya llevadas a cabo para la lucha contra el cambio climático se encuentran la introducción de tecnología Led en el alumbrado, el uso de gas como combustible del autobús urbano, la autorización de puntos de recarga para vehículos eléctricos o la introducción de bicicletas eléctricas en el sistema municipal de SalEnBici.

Por su parte, en la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático, la concejala recordó la puesta en marcha del Plan de Infraestructura Verde o el proyecto Tormes+, así como la gestión de recursos hídricos, entre otros.

El proyecto

'Ciudades Verdes Cencyl' contará contará contará con tres fases a acumular en la nueva Estrategia. La primera será de diagnóstico, para localizar al detalle la situación actual de la ciudad, así como las tendencias climatológicas en el corto y medio plazo para así poder definir acciones para la adaptación a los cambios que se prevén.

La segunda fase, por su parte, se centrará en el intercambio de experiencias y análisis de las estrategias municipales de las localidades, mediante encuentros técnicos y la elaboración de un documento de tipologías de adaptación urbana.

Por último, la tercera fase abordará las directrices estratégicas con los requisitos técnicos y ambientales de cada ciudad; tipos de infraestructura verde, renaturalización, corredores biológicos y paisajes urbanos; especies arbóreas y vegetales; un catálogo de intervenciones; la identificación de sectores económicos locales prestadores de servicios y productos verdes urbanos; el desarrollo de incentivos verdes fiscales para comunidades de vecinos y empresas; y una guía de compra pública verde para gobiernos locales.

“A la vanguardia de la lucha contra el cambio climático”

Miryam Rodríguez continuó asegurando que desde el Ayuntamiento quieren a Salamanca “a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático”, sumando medidas a este respecto. Y es que, comentó, “el cambio climático es un hecho” y lo que se debe hacer es “adoptar una serie de medidas, mitigación y adaptación según las vulnerabilidades que salgan de este proyecto”.

Sin embargo, aclaró, Salamanca cuenta ya con buenos datos al respecto. Aludiendo a estudios y mediciones externas, afirmó que el agua es de “mucha calidad” y que el aire también es “de calidad”. Por ello, se quiere “entrar al detalle y ponerlos la tirita antes de la herida” en el caso de que fuera necesario. “Queremos una ciudad verde y por eso queremos el reverdecimiento de la ciudad, un cambio de mentalidad y mirar hacia el Tormes”.

Por último, aseveró que en Salamanca hay muchas personas que aportar su “granito de arena” a estos hechos. “Toda acción de defensa de medio ambiente es bienvenida. Si unimos fuerzas, la educación cambia, entonces la manera de respetar el medio ambiente también cambia. Es importante que nos concienciemos todos. Mejora la calidad de vida”.