Los afiliados del Partido Socialista han tenido la oportunidad estos días, ellos solos ¿Sin urnas tras las cortinas? y por sí mismos, de sacar a este país de este embudo político que nos ha impuesto a modo de dieta, Sánchez Castejón… no nos indigestemos de su volubilidad: inseguridad en las que nos deja al llegar a un acuerdo con comunistas, por ahora cierto, e independentistas.

Capricho pues, en eso parece que se ha convertido la carrera consigo mismo por dejar de ser Pedro Sánchez Castejón y convertirse en presidente Pedro Sánchez Castejón, eso sí, ni en funciones ni por accidente, por un proceso electoral “normal”; pero los resultados han alejado esos visos de normalidad, pero no solo a este proceso electoral, sino a los siguientes también.

Y es que la informalidad o no es informalidad, se ha convertido en su seña de identidad, o es la simplicidad de creerse Presidente plenipotenciario, que le viene de suyo, ya que tras las elecciones del mes de abril no hizo nada por llegar a un acuerdo hasta conseguir a lo que él creía tener derecho, a ser investido Presidente porque lo vale, a mí no me sorprendió, supuse cierta egolatría y desde el minuto 10 del pleno de investidura sabía que íbamos a elecciones, y no me equivoqué, el objetivo es claro: Presidencia de Gobierno por encima de todo incluso de sí mismo. Cuantas veces no se ha hablado y han hecho uso de ella incluso como banal excusa, hablo de la dicotomía Pedro Sánchez Castejón/ Presidente de Gobierno, ante la incoherencia permanente “la excusa más pueril, eso no lo dijo el Presidente de Gobierno, lo dijo el ciudadano Sánchez Castejón”.

Y es que la informalidad ha sido el santo y seña de este Presidente de Gobierno en funciones, intentando suplantar en aquellas que solo le corresponde al Rey. Con el viaje a Cuba dejó a SM fuera de juego actuando como candidato en la firma de ese acuerdo de gobernabilidad cuando aún no ha sido nombrado, y con el intento de volver a mandar al Rey a Argentina, otra veleidad, otro intento de querer aparentar, hacer ver que esto es una república de facto, un intento infantil de creerse su propio cuento o de aparentarlo ante sus socios de Podemos. A éstos, a podemos, solo le ha valido que metiera Sánchez Castejón la pierna en el charco como para que Iglesias y compañía pidan como punto del acuerdo la república, la tercera no, no es esta de la que hablo en el título.

Vaivenes, versatilidades, irresoluciones inestabilidades, inconsecuencia y todo en un mismo Presidente de Gobierno. Alguien tiene dudas de que Sánchez Castejón no es solo un peligro para sí mismo sino, incluso, para el resto de españoles si accede a la Presidencia del Gobierno.

Hace poco Sánchez Castejón hablaba de que los Partidos debían asumir la responsabilidad de los nombramientos. Bueno, eso lo lleva en el programa Ciudadanos.

Pues el PSOE debía aplicar la misma vara de medir para aquellos afiliados que han votado al plan pergeñado por Sánchez e Iglesias, porque ellos le han dado vía libre (o también debemos pensar que eso es una patraña) un plan sustentado en lo muy urgente, tan urgente como la pérdida de votos y escaños que cada uno de ellos ha obtenido en las elecciones del 10/N.

Pero profundizando un poco más en el personaje, el fin último es la Presidencia, ese es el único fin en esta lucha de poder, ser lo que no se es, antes no gobernaría con Podemos, se acuerdan que sufriría somnolencia. En aquellos tiempos, y volviendo a hablar del doble discurso, esas palabras las dijo el futurible presidente, para eso convocó las elecciones, en la creencia de que ganaría más votos y escaños y tendría más fácil llegar a la Moncloa de forma menos inadecuada. Pero todo se torció cuando tras las elecciones de noviembre se dejó casi 800.000 votos y tres Diputados.... Iván compra cajas de pastillas para dormir.

Que su objetivo es ser presidente gobierno eso creo que lo ha dejado claro, no hay otro objetivo y para llegar a ello no le importará tener socios que no les deje dormir o aquellos propios que en el algún momento definió la madre de Pagazaurtundúa “como los que por sus actos podrían helar la sangre de muchos socialistas”.

Iglesias que es otro al que le mueve las urgencias electorales, menos que a Pedro Sánchez, debería saber qué el nombramiento del equipo que debe acompañar al futuro Presidente se hará después de ser nombrado Presidente......y conociendo un poco la personalidad Política de Sánchez Castejón y “solo con la personalidad política ya tengo bastante” a mí no me extrañaría nada que, tras el nombramiento de Presidente de Gobierno decidiese no cumplir con el pacto, y una vez nombrado llegar a acuerdos puntuales con los partidos constitucionalistas.

Iglesias seguramente, bueno seguramente no, pillaría un cabreo bastante gordo y al que no le quedaría otra alternativa que o bien aceptar que ha sido parte de las treinta monedas de plata del engaño o revolverse y presentar una moción de censura, pero a esas alturas quien le apoyaría, el PP ni, aunque en ese trato, Casado fuese presidente. Ciudadanos está a lo suyo a reconstruirse, ni le conviene acercarse al poder en estos momentos y VOX, bueno VOX, deseando otras elecciones, es el único que saldría beneficiado junto con Ciudadanos que tras su reconstrucción tendría otra oportunidad España ya dije que necesita un partido de Centro y Liberal, por eso nos vemos en marzo en otras nuevas elecciones.

Porque, teniendo que tirar de socios tan inseguros e inestables y encima con intereses paralelos como son los de Esquerra que tendrían encima la mirada inquisitoria, ojos de los votantes republicanos e independentistas de un proceso electoral catalán que está por llegar, no verían no con buenos ojos apoyar a un gobierno del PSOE en Madrid…. Y el PSOE en interés propio no se puede permitir un desgaste tan importante porque de confirmase los apoyos, no serían solo los de Esquerra, necesitaría también los de Bildu de los que a duras penas el PSOE ha podido desligarse de tener un pacto, que lo tienen, y por ese pacto recibirán el apoyo de los filoetarras en los presupuesto de Navarra, si añadimos ese apoyo en Cortes nacionales ya sería prueba más que evidente de ese pacto y saben de su nefasto resultado en el voto de izquierda que no, del militante.

Sí, lo veo… “A por la tercera”