El Zamora CF se enfrentaba en esta fría y ventosa tarde de enero al único equipo del Grupo VIII al que no había sido capaz de ganar esta temporada, el Burgos Promesas que se encuentra en la segunda posición de la clasificación y que venía al Ruta de la Plata con ganas de complicárselo a los rojiblancos.

Y así fue, el partido comenzó con una enorme presión por parte de los burgaleses y el Zamora parecía no estar demasiado acertado, errando en los pases y no terminaba de llegar a portería. Todo ello, unido a algunas decisiones arbitrales dudosas y alguna jugada polémica como que el  colegiado no mostró la tarjeta roja al guardameta del Burgos Promesas al cortar una jugada manifiesta de gol y era el último jugador, hacía que llegasen al descanso sin estrenar el marcador con 0-0.

Tras la salida de vestuarios los rojiblancos querían la victoria y la afición no paraba de animar y protestar con aquellas acciones que no veía claras. David Movilla cambiaba el juego pasados únicamente 10 minutos de la segunda parte con un dobla cambio de Sergio Garbán y Carlos Ramos por Perero y Dani Hernández. Y enseguida llegó Piña en el minuto 62 para darle la ventaja en el marcador al Zamora CF y comenzar a respirar pero sin relajarse marcando el 1-0.

El Zamora CF intentó el segundo, al igual que buscaba frenar el juego correoso de los burgaleses, aunque finalmente el partido acabó por la mínima, pero con una satisfactoria victoria para quitarse la espinita de aquel empate de la segunda jornada.

Fuera de lo deportivo cabe destacar que la afición no quiso perderse este gran duelo y el Ruta de la Plata albergó 1.712 espectadores.