La apuesta de la Consejería de Sanidad por un nuevo modelo de asistencia rural está dando mucho que hablar. Desde su presentación, el PSOE ha insistido por activa y por pasiva que se trataba de una decisión que, de manera encubierta, dejaría sin médicos a algunas zonas rurales de Castilla y León.

Ello lo han desmentido con la misma fuerza desde Ciudadanos, principalmente, pero también desde sus socios de Gobierno en la región, el PP. De hecho, han acusado a los socialistas de mentir, explicando que todo iba a seguir igual salvo por la inclusión de un centro agrupado rural en el que poder seguir con asiduidad a los pacientes, incluso a través de las nuevas tecnologías.

Sin embargo, más allá de las guerras que se puedan tener entre los diferentes partidos políticos, lo más importante en estas circunstancias es la sociedad. Y en los últimos días, quizás el desconocimiento o quizás justo lo contrario ha hecho que algunos pueblos hayan salido a la calle para protestar por este nuevo modelo.

Así, en los últimos días, los vecinos de El Payo y Aldehuela de Yeltes se concentraron junto a los consultorios de las localidades bajo el lema 'Nuestro médico se queda', tal y como hacía público el diputado provincial socialista Carlos Chanca a través de su cuenta de Twitter. Es de recibo, además, comentar que ambas localidades están gobernadas por el PSOE.

Pero más allá de, incluso, los vecinos, las Plataformas para la Defensa de la Sanidad Pública, ya en diciembre, pidieron la retirada de este nuevo modelo que se probará primero en la región de Aliste, en Zamora, para conocer más detalles. Lo valoraron, entre otros adjetivos, como "simple, improvisado, generador de desconfianzas, falto de rigor intelectual e impreciso".