Lotta, Lola, Marisa y Katja son las cuatro vacas alpinas protagonistas de los nuevos envoltorios de los chocolates, esos que se derriten lentamente cuando los pruebas y que liberan un intenso sabor propio de la leche cien por cien alpina que se usa en el proceso de producción.

Según Milka, la razón principal de esta cremosidad se encuentra en el mimo con el que son cuidadas estas vacas, que son criadas en pequeñas granjas familiares de la región alpina por ganaderos que comparten los mismos valores que la propia marca.

"La manera en que son tratadas las vacas permite obtener una leche de calidad que es un ingrediente esencial para nuestro cremoso chocolate" y ahora la marca propiedad de Mondelez lleva a sus protagonistas a los envases de sus productos para dejar clara su importancia.

Así, decimos un 'adiós' temporal a nuestra querida vaca lila, que lleva en el mercado desde 1972, y damos la bienvenida a las vacas reales.