Mesetaria de Alimentos S.L, empresa zamorana, pionera y líder en la gestión, asesoramiento de explotaciones y comercialización de productos ecológicos ha realizado varios estudios de caracterización del sector ecológico, en los que se analiza la rentabilidad de tres explotaciones técnicamente muy diferentes, pero con dos cosas en común, todas ellas localizadas en la provincia de Zamora, y todas ellas con un manejo basado en el método de producción ecológica, todos ellos son actividades de formación y difusión de las características del sistema de producción ecológico y otras prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente financiadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Junta de Castila y León.

Como en dichos estudios se pretende analizar el sector ecológico en toda su amplitud, por un lado se examina la rentabilidad de una explotación de secano cerealista, ubicada en el término municipal de Castrillo de la Guareña, donde el tipo de comercialización es eminentemente mayorista.

Por otro lado dos explotaciones hortofrutícolas, ubicadas en el término municipal de Torres del Carrizal, con un sistema de comercialización basada en canales cortos. Además es necesario destacar, que en este caso, no solo se realiza una labor de análisis económico sino también social, ya que mediante la colaboración del centro especial de empleo Artmo Bene S.L, perteneciente a la fundación INTRAS, y gestora de las explotaciones, junto con Mesetaria de Alimentos S.L, se pretende poner en valor estas líneas de negocio que no solo son respetuosas con el medio ambiente, si no que promueven el mercado de temporada y cercanía, y además permiten la integración laboral de personas con discapacidad, o afectados por una enfermedad mental grave y prolongada.

Las conclusiones finales que se pueden ver en estos estudios, es que valorando todos los condicionantes agroclimáticos, fertilización, rendimientos e ingresos-gastos, el método de agricultura ecológica es ideal para la zona en la que nos encontramos, ya que se consiguen explotaciones medioambientalmente sostenibles, se reduce el riesgo empresarial de los agricultores y ganaderos, consiguen explotaciones rentables, se fomenta la utilización de variedades autóctonas contribuyendo a mantener el patrimonio cultural de nuestra zona y se consigue una mayor fijación de la población en el entorno rural, además de favorecer a las pequeñas explotaciones familiares ya en peligro de extinción, dado que con menores superficies que en agricultura convencional se pueden obtener los mismos resultados económicos.