El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha propuesto este viernes iniciar grupos de trabajo con las organizaciones profesionales agrarias y con la sociedad estatal Enesa para mejorar el nivel de instauración de los seguros agrarios, tanto en los territorios con menor implantación como en líneas de seguro con bajo aseguramiento. "Con ello, Castilla y León tiene que ser referente en la política de seguros agrarios nacional", ha defendido.

Carnero, que ha presidido una reunión de trabajo con el presidente de Agroseguro, Ignacio Machetti, para analizar la situación del seguro agrario en Castilla y León y los objetivos a corto plazo ha recordado que la hoja de ruta de la legislatura pasa por incrementar un mínimo del 20 por ciento el presupuesto para apoyar la contratación de pólizas y fomentar la suscripción en comarcas agrarias y en líneas con baja implantación --la última convocatoria de ayudas cuenta con 8,1 millones de euros--.

El consejero ha reafirmado que la política de seguros agrarios es "la herramienta más importante" para minimizar los riesgos en el desarrollo de la actividad agraria, "y más en los últimos tiempos en los que se está comprobando cómo los ciclos de afecciones meteorológicas, como sequía, helada o pedrisco son cada vez más frecuentes".

Según sus datos, Castilla y León es la segunda comunidad autónoma en capital asegurado, con 1.969 millones de euros, y está entre las primeras en apoyos a los seguros agrarios.

La principal producción asegurada es la de cultivos herbáceos extensivos, que, con 47.651 pólizas, tiene un nivel de implantación en superficie del 73 por ciento; la uva para vinificación cuenta con 2.585 pólizas; los cultivos industriales, con 1.167 pólizas, tienen un nivel del 36 por ciento; las hortalizas y los frutales, con unas 1.000 pólizas, tienen una implantación del 24 por ciento, y los cultivos forrajeros el 6 por ciento.

Por su parte, los seguros ganaderos, con 27.363 pólizas, adquieren un nivel de implantación del 67 por ciento en lo que respecta a retirada y destrucción de animales muertos, "la principal línea de aseguramiento pecuario".

Por provincias, el mayor nivel de aseguramiento está en Burgos, con 11.746 pólizas que cubren 407.489 hectáreas y 1,9 millones de animales, y en Valladolid, con 10.948 pólizas para 363.761 hectáreas y 4,7 millones de animales. En el nivel más bajo se encuentra Ávila con 6.656 pólizas que cubren 69.087 hectáreas y 1,3 millones de animales.

Por su parte, el número de pólizas de seguros agrarios en la Comunidad ha pasado de 73.689 en 2014 a 80.548 en 2018, lo que supone un incremento del 9,3 por ciento, y el capital asegurado ha variado en este mismo periodo de 1.464 millones a 1.969 millones de euros, un 34 por ciento más para situarse junto a Andalucía a la cabeza de las comunidades en capital asegurado.

El aumento de la contratación ha supuesto también que la superficie asegurada haya pasado de 1.665.474 hectáreas a 1.927.288, y el número de animales de 21 millones a 26, valores que suponen crecimientos del 16 por ciento y del 24 por ciento, respectivamente.

Finalmente y según los datos facilitados desde la Consejería, en el periodo 2014 a 2016 las indemnizaciones por siniestros en el sector agrario alcanzaron en Castilla y León los 97 millones de euros.

Respecto a los siniestros declarados entre 2017 y lo que va de año en 2019, las indemnizaciones pagadas se han multiplicado por cuatro y ya han llegado a 400 millones de euros. En este último periodo ha destacado el año 2017 cuando se abonaron 215 millones de euros, especialmente por sequía y helada, mientras que en 2018 fueron 77 millones de euros y este 108 millones de euros hasta la fecha, fundamentalmente por sequía.

Como media en los últimos años, el 35 por ciento de los siniestros son por sequía, seguido por el pedrisco, que supone el 33 por ciento y la helada que representa el 7 por ciento.